martes, 8 de diciembre de 2009

DICIEMBRE

La llegada de las vacaciones de fin de año eran quizás el evento mayor dentro de nuestras mentes juveniles.

Alegres para los que habíamos "ganado" el año y con ciertas consideraciones y limitaciones paternales para los que no, las vacaciones de Diciembre traían un aire de jolgorio.

Desde el alumbrado, acompañado por la celebración de las Fiestas de nuestra patrona, la Virgen de la Inmaculada, diferentes actividades comenzaban a darle el toque de alegría a las vacaciones.

El siete de Diciembre esperábamos todos, además del alumbrado, los siempre famosos Fuegos Artificiales de los polvoreros de Aguadas. Amarillos chorros de luz subiendo hacia el firmamento para reventar en brillos multicolores, voladores y granadas iluminando la plaza entre los gritos de la multitud. Castillos girando vertiginosamente, lanzando lumínicos colores a todas partes.

Chiquillos corriendo tras el paracaídas o el palo del volador y todos esperando el mas importante evento de la noche: "La Vaca Loca".
Sobre un armazón de madera con ruedas y un soporte que permitiera conducirlo como una carretilla, afirmado con alambres, la cabeza de una vaca, relleno su cuerpo con pólvora era la atracción principal de la celebración.

Lanzando tábanos y sirenas a todos lados, reventando papeletas y tacos, la Vaca Loca era llevada por alguien alrededor de la plaza lo que obligaba a todo el mundo a replegarse hacía las aceras y cuando llegaba a su lado, a buscar refugio en los negocios adyacentes. La gente corría a guarecerse y los chiquillos en loca carrera detrás del artefacto, caían a veces o recibían en su humanidad los quemonazos de una sirena sin dirección.

Después de las fiestas del Alumbrado, llegaban las novenas al Niño Dios.

En la Iglesia, diariamente se iban escenificando cada uno de los pasajes que representaban el pesebre.

Como era tradición, nuestras casas abrían su espacio para la elaboración en familia del pesebre y el rezo de la novena, adicionalmente comprábamos los pliegos de papel de seda en colores y elaborábamos nosotros mismos nuestros globos, hoy prohibidos.
En Aguadas se organizaban Novenas Bailables.

Después del obligado rezo de la Novena en la casa, algunas personas organizaban en sus casas o en diferentes sitios su personal novena.

Se recogía un aporte entre los participantes que, generalmente pertenecían a un mismo grupo de amigos, y después de rezada la novena, se armaban las fiestas con natilla, buñuelos, licor y baile incluido. Cada día se cambiaba de sitio y de plato principal, de los tradicionales buñuelos y natillas se pasaba a las empanadas y a medida que llegaba el Veinticuatro, a tamales y chorizos.

A partir del Veintidós de Diciembre, llegaban los visitantes.

Desde el veinticuatro de Diciembre comenzaba la más alegre semana de fiesta y parranda que terminaba con la celebración de fin de año el Treinta y uno de Diciembre.

Las discusiones con nuestras amigas de Aguadas, y con nuestros amigos por querer estar con la misma amiga visitante, las carreras para coger mesa en los griles, los "sobornos" a los meseros para que las guardaran, los empujones de los danzantes en una pista como una moneda, los cobros de vales anteriores, el ruego para que nos vendieran una botella de Aguardiente a los "casi" mayores, las decepciones amorosas, las peripecias para conseguir la plata que faltaba para entrar a la amiga al baile con orquesta, la recolección de plata entre todos los de la barra, el pedido del permiso a la mamá de la amiga para poder estar hasta tarde.

¡ Vacaciones de pueblo, inolvidables vacaciones !.

martes, 30 de junio de 2009

HOMENAJE A DON LUIS CARLOS RODAS

CANCION DE CUNA

Duérmete mi niño
como el leoncito
que alegre se duerme,
cuando se ha comido
el lindo cabrito.

No llores y duerme,
que mamá, si puede,
te trae, aunque sea,
poquitos de leche del niño que cuida.

Duérmete tranquilo,
no sueñes mi niño
con cosas muy grandes...,
que al pobre le tocan
las sobras de sueños.

Oscar Eduardo López Estrada (En Amoristmos)

Diario La Patria, junio de 2009.
La muerte por hambre del anciano Luis Carlos Rodas, de 89 años, en Pácora, es una muestra de la insensibilidad de algunos, principalmente en la función oficial, frente a la realidad de las dolencias de quienes tienen derecho a que el Estado los proteja y atienda debidamente. La víctima de esta negligencia padecía a consecuencia de incapacidades para vivir sin ayuda. Y murió de hambre. En su pueblo eran conocidas sus limitaciones pero el Estado no hizo lo necesario para garantizarle tratamiento médico que paliara su sufrimiento. Una historia que el tiempo calificará principalmente en condiciones médicas desatendidas. Valdría una reflexión general, es decir entre autoridades y ciudadanía, para prevenir hechos tan penosos como este.

domingo, 21 de junio de 2009

MAS CERCA DEL CIELO

“Aguadas, Agosto 20 de 1930. Hoy nueve y treinta ante emocionado público, voló sobre esta ciudad avión ciento siete (107) despertando júbilo indescriptible, por ser primer acontecimiento esta naturaleza registrase aquí. Ignorase procedencia, nombre piloto. Intentó aterrizar, pero falta campo impidióle. Corresponsal.”





Así comentaba en el Diario La Patria de Manizales su corresponsal sobre el primer vuelo de Avión sobre Aguadas y que yo sepa, nunca hubo pista de aterrizaje allí, y en esos días debió estar haciendo un esplendoroso día sin neblina para que pudiese ver el aparato.

Aunque siempre se habló de construir una en la vereda El Edén, lo único que conocimos en nuestra época fue el PLAN DE SAN VICENTE.

Llamado así por ser propiedad de la Sociedad de San Vicente de Paúl, el Plan de San Vicente era una explanada sin vegetación en donde las gentes del Barrio El Paraíso tenían su cancha de fútbol y su lugar de recreo. Tenía dos accesos, uno por El Paraíso, en la salida para Pore, y otro por detrás de la Virgen de Chagualo. Por este sitio, después de bajar y atravesar la Quebrada del Bollo, lugar de desagüe de las alcantarillas de Aguadas, se erigía una pendiente que escalábamos los muchachos para llegar al plan.

No era sitio de juego para nosotros, pero en algunas fechas se convertía en el lugar mas importante para los curiosos que nos arremolinábamos ante los eventuales aterrizajes: Era el "Helipuerto" de Aguadas.

Rompiendo la bucólica rutina, de vez en cuando aparecía sobre los cielos de Aguadas un helicóptero que, trayendo a un personaje importante o transportando y recogiendo valores para los bancos existentes en ese entonces, revoloteaba varias veces por los aires del pueblo para ir a posarse al Plan de San Vicente.

Todos corríamos hacía allí. Hombres, mujeres, niños, atravesábamos las calles de Chagualo para ir a "noveleriar" la llegada del aparato con tan mala fortuna para algunos que, después de las peripecias de bajar hasta la Quebrada y luego subir al Plan, veíamos con tristeza que el aparato remontaba de nuevo los cielos, esta vez para perderse hacia el horizonte, dejándonos sin la oportunidad de curiosear un poco.

Cuenta mi abuela Virginia Gutiérrez Londoño, que en varias ocasiones asistió en la Plaza de Bolívar de Aguadas al espectáculo de ascensión en globo de Antonio Guerrero.

Heredero de ese ímpetu circense de los mexicanos y experto, no sólo en las artes de la aeronáutica sino también de la acrobacia en trapecio, José Antonio Guerrero llegó de México a Colombia y se hizo famoso transitando por todos los pueblos y ciudades con su globo de tela, según el relato de mi abuela Virginia, en la plaza de Aguadas organizaban un inmenso fogón con leña.


Desde las primeras horas de la mañana, Antonio Guerrero comenzaba su labor de inflar con el humo de la fogata un gigantesco globo que ataban con grandes sogas y estacas al suelo y que a medida que se inflaba, tomaba mas fuerza.

Mientras realizaba el inflado, Guerrero recogía dinero entre las personas que asistían a las misas y esperaba a la misa mayor de 12 del día para empezar su ascensión y sus peripecias.

A la salida de misa, con la ayuda de varios hombres, Antonio Guerrero se ataba de las muñecas al globo mientras que a su orden, los que sostenían, soltaban las sogas de las estacas y empezando su ascensión, Guerrero realizaba planchas, molinetes y toda clase de maromas.

Dice mi abuela que algunas veces el viento lo llevaba hacía Aguasclaras y otras veces las fuertes ventiscas le ayudaban a terminar su vuelo en La Palencia.

Si bien, mi abuela no recuerda las fechas exactas, se conocen en Medellín algunas crónicas de la ascensión de Guerrero en 1875 en el Parque de Berrío.

Posteriormente su hijo, Nolasco Guerrero, siguió la tradición de su padre y acompañado de Manuel Salvador Acosta, (Salvita), de Medellín, realizaba ascensiones en varios pueblos del país.

Julita Restrepo que vivía en La Cuchilla, bajando para la Vana, era familiar de la esposa de ANTONIO GUERRERO.

Vídeo: Fotografías de la ciudad de Manizales (Colombia) tomadas por el Arquitecto Miguel Angel Aguilar Gómez con una cámara montada sobre un zepelín.

domingo, 31 de mayo de 2009

RECUERDOS DE COLEGIO


Comencé mis estudios secundarios en el Colegio Francisco Montoya de Aguadas, en su antigua sede de la Calle de la Cuchilla cerca al Cuartel de Bomberos. Allí pasé mi primer año ya que a poco de llegar, el proyecto de la nueva edificación enseguida del Hospital estaba en marcha bajo el dinámico y sin descanso trabajo de Marino Gómez Estrada.
Desde que cursaba mis estudios primarios, el Colegio Francisco Montoya era parte integral no sólo de los sueños de mayores sino también el centro de toda actividad cultural y deportiva del pueblo.

Las veladas culturales con grupos musicales creados por profesores del mismo Colegio, las representaciones de obras de teatro, los grandes partidos de Básketbol tanto del campeonato interno del Colegio como del Municipal y los grandes intercambios culturales y deportivos con los Municipios vecinos. Allí vimos jugar aguerridos partidos entre equipos Aguadeños famosos como ESPARTACO, el de mi tío Diego Estrada Gutiérrez y sus compañeros.

Recuerdo su gran patio de recreo; que además era el sitio de formación de todos los grupos y cancha para Educación Física y deportes; los baños en uno de sus costados con el tradicional olor a orines que a veces llegaba hasta los salones, el pequeño pedazo de tierra a un lado del patio que servía para que los muchachos de Primero y Segundo, todavía jugando a ser niños en una transición hacia mayores, jugáramos "libertad y bolas". Sus salones que daban al patio que mas parecían sótanos y el largo corredor del segundo piso con los salones tradicionales para los grupos superiores, todo delimitado por un gran "enchambranado" que permitía la visión hacia el patio.

Hacia la estación de bomberos, el Colegio se unía por un oscuro pasaje con la antigua edificación del Hotel Departamental donde hoy funciona la Casa de la Cultura.
Era otra construcción que para nosotros traía entre sus recovecos las mejores posibilidades para jugar a las "escondidas" y crear las más fantasiosas historias que entre sus cuartos y escaleras oscuras nacían. Y en alguna época, con gran curiosidad, nos tocó conocer allí a varias familias de Norteamericanos de la Organización "Cuerpos de Paz" que con un zoológico ambulante de loros, guacamayas y micos, estuvieron en Aguadas en cumplimiento de su trabajo.

En la vieja construcción del Colegio sólo estuvimos el año Primero conjugando educación y juegos con profesores como Don Libardo Monsalve, Don Leo Betancurt, Don Luis Eduardo Alzate, Don Alberto Buriticá y otros, así como con compañeros como Hector Fabio Marín Cardona, Humberto Botero Arcila, Gilmer Gallego, los Paniagua ( Diego y Luis Fernando ), Jorge Alberto Orozco, Diego Giraldo Gaviria, que transmitía la Vuelta a Colombia improvisando dos asientos como transmóvil y cuya afición lo llevó a ser hoy una de las voces del comentario Deportivo mas importantes del país, su hermano Alberto, "amplio" conocedor de Astronomía, Horacio Sánchez Estrada, Manuel Gómez, Carlos Alberto Restrepo, Gilberto Sánchez, Pedro Javier Misas Hurtado, Jorge Ivan Mejía, Carlos Carmona Valencia, Jorge Hernán Gómez Tobón, Jorge Hernán Chaverra, con quien conocí los secretos de la industria de la Iraca en su empresa familiar, Leonel Nieto, Cesar Augusto Duque Gaviria, Diomedes Gutierrez, que a pesar de su limitación, nos ganaba a muchos en el Salto alto, Cesar Augusto Gaviria y muchos mas compañeros cuyos nombres ya no recuerdo que llegábamos de las Escuelas Primarias.
Luego, comenzamos una nueva vida estudiantil en las modernas instalaciones del Colegio enseguida del Hospital.
Marino Gómez Estrada, sin lugar a dudas fué baluarte esencial durante muchos años no sólo de la educación en Aguadas sino también de innumerables obras como Concejal, Gerente de Entidades bancarias y del Estado, Cooperativista, Alcalde de Aguadas y Miembro de numerosas instituciones de Aguadas. Su dinamismo lo llevó a terminar su carrera de Ingeniero Civil en la ciudad de Manizales, sobresaliendo ante estudiantes jóvenes que el día de recibir su grado, aplaudían en el Auditorio de la Universidad Nacional al inolvidable Marino. Su tenacidad dio pie para que las nuevas edificaciones del Colegio, que hoy con justa razón lleva su nombre, comenzaran a tener no sólo las modernas instalaciones sino también a ser partícipe de las grandes realizaciones educativas, sociales, deportivas y culturales en el contexto de Caldas y el país.

Casi todos los alumnos de esa época podemos decir que pusimos un grano de arena en su construcción. No sólo en las clases de Educación Física sino también en una bien coordinada acción los Sábados y días de fiesta, nosotros con la ayuda de los trabajadores contratados fuimos echando las bases de nuestro Colegio a punta de pala y carretilla en un trabajo de "convite" que dio nacimiento a las nuevas instalaciones.

Las planchas de cemento de la Cafetería y de las oficinas, los terraplenes para los salones, el trabajo de adecuación de las canchas y la siembra de árboles en su contorno tuvieron como mano de obra nuestro esfuerzo y el de todos los grupos del Colegio que en esa época hacíamos la transición hacia la nueva edificación.
El 23 de Mayo de 1971 fueron inauguradas las nuevas instalaciones del Colegio con una sobria ceremonia.

La principal característica del nuevo Colegio era lo espacioso de sus instalaciones y el ambiente campestre que lo rodeaba lleno de naturaleza por todos los lados. Resaltaban los bloques sobre las verdes montañas del Alto de la Virgen y la Quebrada que atravesaba entre sus pliegues.
Teníamos espaciosos sitios para jugar, practicar deportes o solamente sentarnos a conversar. El estadio Olivares a un lado permitía adicionalmente la posibilidad de estar continuamente realizando nuestros partidos de fútbol y la adicionada pista de atletismo nos permitía a los amantes de este deporte la práctica constante. Allí, pudimos conocer nuevos deportes como los saltos que con la adecuación de fosos en las canchas, vieron aparecer grandes participantes.

En la clase de Educación Física, muchas veces debíamos ir corriendo, en pruebas de resistencia, hasta los tanques del agua situados en la parte alta del Estadio Olivares, mientras que, reloj en mano, Rubio Arturo Cardona nuestro profesor de esta disciplina, esperaba en el Colegio para ponerle "uno" al que llegara de último.

Día a día, los que vivíamos en el centro realizábamos la caminada hasta el Colegio cuatro veces. Era un desfile de todos con nuestros libros hacia el Colegio; no era cansón, nos íbamos en "barras" conversando y molestando por la Calle Real y luego subíamos por la Avenida hasta la Casa Roja para llegar al Colegio en donde, generalmente en la mañana éramos "formados" en la gran explanada principal para recibir, bien información sobre actividades del Colegio o reprimendas de Marino Gómez, rector de ese entonces, Rubiel Trujillo el Vicerrector y Antonio Orozco, el prefecto de disciplina.



Las aulas con sus espaciosos ventanales, los corredores anchos y limpios, brillando sus baldosas por el Aseo del fin de semana; que nos tocaba por grupos, sobre todo a los inferiores y los nuevos pupitres sin cajones que ya no permitían colocarles candados para guardar los secretos y los libros que llevábamos sumados a las algarabías de todos llenaban los días estudiantiles.

El mini-zoológico creado por Marino Gómez que rodeaba parte de la explanada, nos permitía ir en el recreo a molestar a "Bartola" una mica araña, principal atracción del zoológico que con sus ataques de furia, hacía las delicias de todos nosotros.
Los talleres del Instituto Técnico adscrito al Colegio también donde los de Bachillerato académico recibíamos instrucción de Mecánica, Fundición, Electricidad y Dibujo Técnico hicieron también parte de nuestras actividades en el nuevo Colegio.
Fueron muchos los juegos de Ajedrez y ceniceros en aluminio que fundimos en el Técnico y que luego pulíamos y pintábamos en Mecánica así como los timbres y abridores eléctricos de puertas que fabricamos en las clases de talleres.

Los juegos de ajedrez permitieron asegurar la medida que después fue impuesta en el Colegio, -nadie que no supiera los rudimentos de este juego ciencia podía ganar Educación Física-, lo que generó una fiebre de ajedrez tanto en hombres como en mujeres pues a esta altura el Colegio era ya completamente mixto.
Bajo la rectoría de Marino Gómez, el Colegio comenzó una etapa de dinámicas actividades en esa época.

La llegada de profesores especializados inculcó en nosotros la posibilidad de crear nuevos espacios de comunicaciones que hicieron del Colegio no sólo una fuente de saber educativo sino también el centro de acciones Culturales, Deportivas y Sociales.
Los grupos de estudiantes intelectuales liderados primero por grupos superiores en donde recuerdo al dinámico y siempre gran artista Aníbal Valencia, Gustavo Adolfo Jaramillo, Cesar Augusto López, María Virginia Jaramillo, Nicolás Gómez Estrada, Marino Jaramillo, Gloria Mercedes Estrada, Luz Marina Ramírez, José Sánchez y muchos mas que nos dejaron a nosotros esa activa influencia que luego dio pie para la creación de Centros literarios, periódicos como nuestro "Inquietudes" de circulación "internacional", pues llegaba a algunos Aguadeños amigos en Canadá, Estados Unidos y Francia y grupos culturales con los cuales hicimos presencia algunos de nosotros como Alfonso López Gutiérrez, Juan Pablo Mejía, Marino Jaramillo.

Los equipos de básketbol que llegaron a ser grandes participantes en los torneos Intercolegiados aún a nivel del país con grandes jugadores como Oscar Jhony Duque Estrada, Germán Darío Estrada Zuluaga, Carlos Alberto Marulanda Pelaez, Juan Guillermo Sáenz Jaramillo, Cesar Augusto Jiménez, Diego Ospina y muchos mas que se pierden en la historia y que por no mencionarlos no dejan de ser grandes dentro del recuerdo de las actividades deportivas del Colegio.

Las semanas culturales del Colegio eran otra gran actividad que no solo animaba a todos los estudiantes sino también a Aguadas en general.
En medio de un derroche de actividades donde se cultivaban todas las artes y se organizaban torneos deportivos, la celebración de la Semana cultural del Colegio vino a continuar la perdida tradición cultural de Aguadas.

Concursos de Poesía, Teatro, Artes Plásticas, Cultura general, Declamación, Ensayo, Cuento, Canto y otras así como la intervención de especiales grupos y personajes llegados de otras partes, daban a esa semana un aire renovador, altamente intelectual, rompiendo las actividades comunes del Colegio y del pueblo.

Allí hice mis primeros pinitos como cantante, como pintor y como escritor acompañado por amigos queridos como Horacio Sánchez Estrada, hoy gran Médico asentado en Manizales, quien se convirtiera, gracias al " animo " de nosotros sus amigos, en gran experto en las canciones del cantante argentino Yaco Monti; Silvia González, excelente declamadora de mis poesías. Pedro Javier Misas Hurtado compañero de juegos y canciones y Cesar Augusto Gaviria, cantando las siempre recordadas canciones españolas de Joselito y al cual nunca le pudimos ganar ninguna confrontación por esa voz bonita y bien cuidada que tenía.

Mi gran amigo José Jesús Jaramillo Domínguez, inconforme artísticamente, creando esculturas de alambre, dibujando sus caricaturas o llenando de colores sus cubistas y surrealistas pinturas. Jorge Alberto Orozco Gómez, consiguiendo madera de triplex para sus pictóricas obras y tantos otros que hoy hacen parte de esa juventud llena de arraigo pueblerino.

Es importante resaltar aquí que en esta época, se celebró en Aguadas el Primer Centenario de la Educación Secundaria Aguadeña.
Mediante acuerdo número Uno del 31 de Diciembre de 1873, el Concejo de la ciudad, creó el Primer Plantel de Enseñanza Secundaria; que además fue el primero Oficial en el Departamento; comenzando labores el Primero de Febrero de 1874 bajo la dirección de don Jesús Villegas, descendiente del fundador Villegas. Clausurado, igual que otros colegios del departamento, durante la Guerra Civil de 1876, inició de nuevo labores años mas tarde. En 1953, entregó sus diplomas a los Primeros Bachilleres.
Heredero de la tradición educativa, el Colegio Francisco Montoya celebró con actos especiales esta efemérides en 1974, realizando el Primer Congreso de exalumnos del Colegio y de Profesionales Aguadeños e inaugurando la Segunda etapa de las nuevas instalaciones.
Del Colegio podría escribir muchas cosas, escribir de los amigos y recordar esas vivencias que durante esos años fueron parte de una etapa altamente productiva y activa dentro de nuestras vidas, escribir la historia de grandes hombres Aguadeños que entre sus aulas comenzaron una educación que los llevó a darle brillo a la educación Aguadeña en el país, pero eso requeriría un gran libro que sin lugar a dudas, algún día tendremos que escribir.

lunes, 27 de abril de 2009

jueves, 2 de octubre de 2008

EL MAESTRO

JOSE PEÑIN

Tuvimos la grata experiencia de poderlo conocer y compartir con el Maestro JOSE PEÑIN en 1998 cuando, en cumplimiento del programa TRAS LAS HUELLAS DEL PASILLO, tuvo la amable deferencia de acompañarnos con una ponencia sobre el PASILLO NEOGRANADINO en la celebración del Octavo Festival Nacional del Pasillo Colombiano en homenaje a los hermanos Hernández.

Allí en Aguadas, su carisma y su profundo conocimiento de la música nos permitió gozar de largas tertulias y de su extenso conocimiento de la música y su historia.
El Maestro PEÑIN, fue musicólogo, compositor y docente en conservatorios y universidades, investigador y gran conocedor de la Música Venezolana e Iberoaméricana.
Nació en España y, en Argentina, se formó como Musicologo.
A Venezuela llegó para quedarse en la década de los 70.
El maestro Peñín y el Profesor Walter Guido dirigieron la Enciclopedia de La Música en Venezuela, una obra de excelente factura y con toda la historia musical de ése país.
Fue fundador de la Sociedad Venezolana de Musicología el 4 de marzo del año 2001 junto a los musicólogos Hugo Quintana, Manuel Ortiz, Alejandro Bruzual, Juan Francisco Sans, Walter Guido, Fernando Guerrero, Felipe Sangiorgi, Carlos García de la cual recibiamos su Revista.
El pasado 14 de Agosto a las once y media de la mañana, el MAESTRO JOSE PEÑIN nos dejó y se fue a dirigir en la celestial orquesta.
Paz en su tumba desde Colombia.
Creditos. La fotografía fué tomada de Internet.

sábado, 2 de agosto de 2008

ALBERTO MEJIA ESTRADA

UN AGUADEÑO PIONERO DEL CINE NACIONAL


Noticia tomada de la Página Web del Ministerio de Cultura:
"El pasado 2 de julio falleció en Melgar el cineasta colombiano Alberto Mejía Estrada, productor de El río de las tumbas de Julio Luzardo (1964) y de Tres cuentos colombianos (1962), en la que dirigió El zorrero. En los decenios del 60 y 70 produjo también varios documentales políticos entre ellos Carvallo de Alberto Giraldo (1969). Estudió cine en Brasil y allí estableció contactos con Helio Silva, uno de los representantes del cinema novo. Fundó la empresa CineTVFilms y fue miembro de la junta directiva del Teatro Nacional. Alberto Mejía Estrada murió a los 75 años y deja entre sus obras producidas una gran cantidad de cortometrajes."

Cuando algunas organizaciones como la Federación Nacional de Cafeteros llegaban a Aguadas, pequeños y grandes teníamos un rato de esparcimiento pues en las horas de la noche en una pared de la Plaza se presentaba el "Cine Gratis". Así mismo, en algunas ocasiones especiales los intercambios de actividades entre nuestro país y otros Europeos, nos daban la oportunidad de tener la facilidad de admirar el cine gratis como en el caso de los Alemanes que muchas veces estuvieron en Aguadas dando asesoría y adiestramiento a los bomberos.

En un camión grande, especialmente acondicionado con proyector y parlantes, los curiosos Aguadeños observábamos de vez en cuando las películas de Europa que los extranjeros llevaban al pueblo.

Pero nuestra curiosidad de cineastas no sólo se nutría de estas películas.
Por mucho tiempo el Teatro Rialto fue el lugar de reunión en el que podíamos acceder a una película todos los Aguadeños.

En mi época de estudiante, administrado por Don Quico Henao, además de las acostumbradas Matinés, Vespertinas y Nocturnas, la mayor oportunidad de los muchachos era el Cine Escolar de los Lunes a las cinco de la tarde.

Por cincuenta centavos, teníamos los estudiantes la facilidad de entretenernos un rato viendo películas de Cháplin, Westerns Americanos, las fantasías de Disney o las mejores series de acción y espionaje. El Teatro se llenaba hasta el tope y era casi imposible oír por la constante bulla de la chiquillería que más que ver cine, se agolpaba en la incipiente cafetería para comprar dulces y obleas.

Después de Don Quico, el padre Francisco de Paula López, tomó el teatro en administración comenzando una época de películas nuevas y de mayor constancia en la presentación semanal. Despuérs del Padre López, y ante el ímpetu del VHS y el DVD, Jaime Valencia Restrepo, “heredó” por compra su administración realizaba ingentes esfuerzos para llevar de vez en cuando alguna película a nuestro pueblo.

El cine nacional tiene hoy un importante espacio a nivel internacional y ha llegado a conquistar premios que antes estaban vedados para nuestras producciones, pero para llegar a este estado, la cinematografía colombiana tuvo que pasar por dificultades grandes en un proceso de constancia y trabajo en el cual estuvo un aguadeño: Alberto Mejía Estrada.

Hijo de Aureliano Mejía Botero y Carmen Estrada Pelaez, Alberto se inició en las lides cinematográficas en la parte de producción y dirección de cine publicitario, llegando a producir en 1961 cortos como "Donde nace la elegancia" y "El camino del progreso". Iniciado en este arte junto a Jorge Pinto y Pepe Sánchez, continuó con su trabajo cinematográfico y produjo su primera película de cine llamada "El Zorrero", en el cual dirigió como principal actor al hoy reconocídisimo Fernando González Pacheco y contando con un grupo de asistentes tan importantes hoy como Julio Luzardo en la Asistencia de dirección, Helio Silva como camarógrafo y actores como Juan Harvey Caicedo, Maruja Toro y Angel Moreno.

La fiebre del cine lo absolvió y fue así como viajó al Brasil a perfeccionar su arte, produciendo películas como "Carvalho", la historia de un estudiante guerrillero asesinado.

Hoy este aguadeño, sigue inscrito en la historia del cine nacional como uno de los pioneros que abrió la puerta a las grandes realizaciones de Colombia.

OTRAS REALIZACIONES: La industria del progreso(1962), Petróleo Colombiano, La Patria y los mares, Al servicio de la infancia, El mejor alimento, Revolución pacífica, Bolívar...dónde estás que no te veo?, 28 de Febrero de 1970.

Alberto Mejía fué también un importante comerciante, segundo renglón para el Senado de la República en la lista del popular hombre de la televisión Alfonso Lizarazo, ejerció además como columnista en el diario "El Nuevo Siglo" de Bogotá.



Uno de sus hijos, ADRIAN, es un famoso violinista que en Francia conforma el Cuarteto Turner y que es considerado como uno de los grandes talentos colombianos para el mundo.

jueves, 26 de junio de 2008

¡ SAN ANTONIO, DAME NOVIO!

EL SAN ANTONIO DE ARMA
Aunque su fecha de nacimiento no es muy exacta, situándola muchos estudiosos entre 1190 y 1195, lo cierto es que FERNANDO MARTINS DE BULHOES, nacido en Lisboa (Portugal), se convirtió como San Antonio en uno de los más representativos símbolos de nuestra idiosincrasia religiosa.
En la Iglesia de San Antonio en Lisboa, millares de devotos, visitan diariamente la pequeña capilla detrás del Altar Mayor que recuerda el sitio de su nacimiento para rogarle los más diferentes milagros y sobre todo, para pedir por un acto por el cual ha sido siempre conocido: Su fama de Casamentero.

Su canonización se recuerda como una de las más rápidas efectuadas con Santo alguno ya que a poco de su muerte, una año después, el Papa Gregorio IX, quién lo había conocido personalmente, lo introdujo en la lista de Santos de la Iglesia. Luego de haber terminado sus estudios en el Monasterio de Santa Cruz de Coimbra (Portugal), entró a la orden Franciscana viajando a evangelizar a Marruecos en donde, atacado por una enfermedad tuvo que ser enviado a Sicilia (Italia). Allí, encontró su vocación de Predicador siendo comisionado por el mismo San Francisco de Asís para preservar los ideales de la orden. Cuenta una leyenda que en una pequeña aldea Italiana, en cierta ocasión San Antonio comenzó a improvisar su predica ante un grupo no muy amigo de Curas y Católicos, como no le prestaban atención, se traslado al mar y comenzó a hablarle a los peces; una multitud de ellos llegó hasta la playa colocándose en fila de pequeños a grandes con las cabezas fuera del agua y atentos a las palabras de San Antonio. Esto convenció a los lugareños quienes desde ese momento conocieron más de la grandeza del fraile. Aunque antes de su canonización no se conocen milagros, fue después de su muerte que comenzó su fama de milagroso y casamentero. Su iconografía lo mostraba al principio con un libro cerrado en la mano izquierda, luego con una llama en el corazón y sólo a partir del Siglo XVIII se popularizó la imagen que conocemos hasta hoy en nuestra Iglesia de San Antonio de Arma con el Niño Jesús en sus brazos. Su muerte sucedió en Padua (Italia) el 13 de Junio de 1231.

En nuestra tierra es famosa la pequeña imagen de madera de 75 centímetros de alto con el Niño Jesús en sus brazos que es hoy patrimonio religioso del Corregimiento de Arma.

Aunque su origen es incierto ya que para algunos fue traída por Jorge Robledo y para otros su llegada fue posterior, lo cierto es que San Antonio no sólo es parte de nuestro culto religioso sino también de nuestra idiosincrasia.

Con fama de milagroso, San Antonio es venerado también por aquellas "solteronas" necesitadas de compañía masculina.

De San Antonio se tejen muchas leyendas como aquella que "no se dejaba sacar de Arma pues al llegar a Casiquillo, por ejemplo, se volvía pesadísimo, siendo imposible su traslado fuera de su original morada en Arma".
Una señora que servía a mi abuela Virginia Gutiérrez Londoño, contaba con la seriedad del caso esta historia de San Antonio:

-"Como le parece Doña Virginia que a veces San Antonio se vuela de la iglesia en Arma y coge camino hacia el Oro.

Allí en el Oro se sienta a esperar y al rato aparece la Virgen de Rionegro y están un largo rato conversando.Lo cierto del caso Doña Virginia, es que en esos días va uno a la iglesia y está San Antonio ! sudoroso, sudoroso, de la caminada tan brava!-"
CREDITOS: Iglesia de San Antonio de Arma (Aguadas- Caldas - Colombia). Me la encontré en Internet.

martes, 27 de mayo de 2008

AGUADAS - 200 AÑOS

LOS ARRIEROS: UNA INSIGNE GESTA.

El pasado 24 de mayo de 2008, partieron de RIONEGRO - Antioquia, un gran número de arrieros de Argelia, Nariño, Sonsón, Arma, Pácora, Aguadas y otras poblaciones con el fin de recorrer la antigua vía que sirvió de punta de lanza para la colonización Antioqueña. Su idea es llegar a la conmemoración histórica de los 200 años de Aguadas el próximo Sábado 31 de mayo.

Hablar de los Arrieros es hablar de grandeza, de poesía, de fuerza y de entereza. Es hablar de una raza noble y brava que con su trabajo gestó el nacimiento de pueblos, abrió caminos y edificó una economía a base de amor al trabajo.


Ser arriero era sinónimo de poder, de riqueza y un honor ganado a costa de aventuras y grandes riesgos.


Los Señores importantes de la época eran los dueños del capital y de las recuas de mulas o de las boyadas y aunque todas las clases sociales tenían acceso a este trabajo, los principales señores eran los jefes de toda la cuadrilla.


En un comienzo, los bueyes eran el principal medio de trabajo para la arriería, después, las mulas llegaron a reemplazarlos.


Salía del pueblo la caravana de arrieros con el dueño de los bueyes o las mulas adelante, le seguían los peones de brega o arrieros y cargueros encargados de vigilar constantemente toda la carga.


Después venían los Sangreros, los hombres de mas confianza y que con una gran responsabilidad, eran los encargados de cuidar la despensa y la ropa. El sangrero era además el cocinero.


Seguían los muchachos aprendices que empezaban a iniciarse en su labor y luego, los perros acompañantes, fieles vigilantes de la carga.


Cerca al mediodía, los arrieros toldaban al lado del camino en una parte plana, con facilidades para conseguir agua y generalmente cercana a una casa.


Descargaban las mulas y con los bultos organizaban su sitio para dormir alrededor de la enjalma que les servía de cama.


El Sangrero organizaba el fogón con tres piedras y dos palos en forma de horqueta sobre el que se ponía otro que servía para colgar las ollas.


Todos se arrimaban a la hora de comer, Frijoles, chicharrones, plátano, chocolate y queso era generalmente el menú común en estos viajes, sin olvidar el famoso "Bizcocho de Arriero", llamado por algunos en Aguadas "Bizcocho de Teja" y que era el acostumbrado manjar en el "hatillo", una bolsa o "jíquera" que llevaba el arriero junto con la carga.


El "Bizcocho de Teja" duraba hasta un mes, era una masa de maíz que, finamente molido y después de amasar la harina con agua, manteca, sal y un huevo se iba adelgazando como para hacer arepas hasta quedar como una tela delgadísima que asaban en una especie de cayana de barro de donde quizás provenga ese nombre dado en Aguadas a este alimento. En las noches, al son del tiple, se reunían todos los arrieros a cantar sus trovas y canciones y a contar los larguísimos cuentos de "Cosiaca" y "Pedro Rimales".


Se dormía temprano puesto que, muy de madrugada, empezaba de nuevo la febril actividad de enjalmar las mulas y asegurar la carga.


Enjalmas, sobrecargas, lías, cinchones, cogederas, pretales y retrancas eran organizadas asegurando con un pie en la carga y otro en el suelo la firmeza de la carga.


Al grito de !Arre mula...!, y al chasquido del zurriago comenzaba otra jornada.


La encomienda de Don Francisco, la vajilla de Doña Juana, los genéricos de don Pedro el Boticario, las telas para el almacén de don Gabriel, infinidad de encargos hacían de cada viaje una importante posibilidad de abastecimiento para el pueblo.


La situación geográfica de Aguadas, "lejos de todo o cerca de todo" como dijo el Doctor Orlando Giraldo González, permitía realizar una jornada y pernoctar a todos los arrieros que con el impulso de la Colonización antioqueña utilizaba el camino desde Medellín hacía el Quindío. Era prácticamente el centro del camino ya que saliendo de madrugada, se llegaba a Aguadas en las horas finales de la tarde.


Los arrieros tanto Aguadeños como de otras partes, llevaron al pueblo los productos de otras regiones y así mismo lograron transportar algunos implementos especiales para el pueblo como el Organo y las campanas de la Iglesia, los primeros artículos de loza y hasta el primer carro. Un grupo de arrieros, entre los que se encontraban Pedro Pélaez (Guajiro) a quién también le comisionaron el acompañamiento y la carga de los bártulos de las primeras monjas que llegaron a Aguadas; llevaron desde la terminal del Ferrocarril Industrial en El Oro hasta Aguadas el órgano de la Iglesia, después de haber sido transportado desde el puerto de Buenaventura, como anécdota se cuenta que uno de los bueyes, el que iba adelante de la Turega, se desbarrancó transportando parte del pesado instrumento y el de atrás, lo sostuvo sin dejar caer la carga, esperando hasta que los arrieros la aseguraran bien y sacaran a su compañero para luego morirse allí mismo, cumpliendo como buen animal de carga.


Fue indiscutiblemente la labor de los arrieros aguadeños lo que permitió que día a día, Aguadas empezara a generar ese impulso comercial que tanto en el pueblo como en el país tiene hoy sus grandes representantes.

CREDITOS: Fotografía tomada por REY NIETO a un cuadro de la Maestra en Artes Plásticas de la Universidad de Antioquía DAISY VARELA.

viernes, 2 de mayo de 2008

CAMPANAS DE MI PUEBLO


En el pueblo,
los sueños silenciosos se movían
en medio
de las campanadas
de una iglesia
que servían de mañana,
de medio día
y de madrugada.
Tocaban las campanas
a la misa
y sonaban,
cuando un alma se moría.

Eran la señal que yo sentía
cuando de hablar de vida
presentía.

Y tañían a las seis de la mañana
y al ányelus
y a medio día.
Y sonaban
y sonaban...
Noche y día
y escondían
mis ganas de quererte
en el tan tan de su melancolía.

OSCAR EDUARDO LOPEZ ESTRADA. Baladas para despertar el alma.

domingo, 20 de abril de 2008

AGUADAS 200 AÑOS - EL SOMBRERO AGUADEÑO

EL SOMBRERO AGUADEÑO: CRONICA DE UNA INDUSTRIA


"...Tejiendo sombreros,
tejiendo tonadas,
la Iraca laboran tus niñas honradas,
como los arrieros
que van, día a día tejiendo jornadas.
Y tus tejedoras cantan a porfía
el amor, el gozo, la melancolía;
las manos humildes de aquellas mujeres
que tiñen de azufre las telas labradas
han hecho amarillos tus atardeceres
y han dado blancura a tus madrugadas..."


Esta estrofa del poema AGUADAS escrito por el Poeta Aurelio Martínez Mutis, es una hermosa entrada para relatar la historia del artículo que ha permitido llevar el nombre de Aguadas por los rincones de Colombia y del mundo: EL SOMBRERO AGUADEÑO.

Cubriendo del sol al campesino o ciñendo la cabeza de grandes personajes y como bagaje natural de todo Aguadeño que se respete, el sombrero Aguadeño ha sido prenda tradicional en todas las fiestas del país y elemento de intercambio comercial de Aguadas con otros lugares de Colombia y el exterior.

Extraída del "cogollo" de la "Carludovica Palmata" , perteneciente a la familia de las "Ciclantáseas" , "ripiados" con la "tarja" , puesta a cocinar y luego a secar al sol para ser llevada después al "estufado" con azufre para lograr su blancura, la Iraca es la materia prima de nuestros Sombreros Aguadeños.


La historia del sombrero Aguadeño se remonta a los tiempos de la Colonización Antioqueña.
Agotado en muchas partes el trabajo de la minería que desde tiempos de la Colonia era la principal fuente de ingresos para los habitantes de estas regiones, la regeneración Antioqueña impuesta por el Regidor Mon y Velarde impulsó a las familias antioqueñas a buscar en los productos Agropecuarios una forma de subsistencia y de comercio entre las poblaciones.

Fue quizás la del tejido a mano de sombreros, la primera industria exportadora de Antioquia.

Esta industria, introducida del Ecuador, se difundió en el país en la primera década de la República en los departamentos de Santander, Huila y Antioquia, localizándose allí en algunas poblaciones como Santa Fe de Antioquia, Sopetrán, Buriticá, Aguadas y Santa Rosa de Cabal.

Miles de sombreros de iraca fueron exportados principalmente a las Antillas para luego decaer las exportaciones alrededor de 1870.
Hacía 1910, las exportaciones de sombreros tuvieron una nueva bonanza sobretodo en el mercado Norteamericano para decaer de nuevo con el inicio de la Primera Guerra Mundial, comercio que según los entendidos no se ha vuelto a recuperar.

En la tradición histórica de Aguadas, relacionada con la industria de la fabricación de Sombreros, se cuentan varias crónicas sobre su nacimiento.
Maestros artesanos traídos de Quito, el descubrimiento por parte de otro ecuatoriano de grandes plantaciones silvestres de iraca y la "desbaratada" de un sombrero ecuatoriano para volver a armarlo son parte del comienzo de esta industria que hoy nos llena de orgullo.
Sin embargo, no podemos dejar atrás el concepto de organización industrial antioqueña expuesto anteriormente.

En los inicios de la producción de sombreros en Aguadas, se fundaron algunos talleres parecidos a fábricas en donde tejían por igual hombres y mujeres. Entre los primeros tejedores se encontraban Juan Crisóstomo Flórez quién, desbaratando un sombrero para volver a armarlo, se convirtió en el primero en impulsar esta industria en Aguadas, Nicolás Tobón y Manuel Valencia.

Luego, encargados de otros menesteres, los hombres dieron paso a las mujeres para la elaboración de los sombreros, mas finas y mas constantes en el tejido al punto de ser considerada Mercedes Jiménez de Giraldo, "la mujer de las manos de seda" como la mejor tejedora que ha existido en nuestro pueblo por su finura en el arte de tejer los sombreros.

El primero que usó el sombrero Aguadeño fue don Aguedo Villegas, hijo del cofundador José Antonio Villegas y se cuenta también que el primer exportador de nuestros sombreros fue el español José Cerra de Oviedo, quién en 1874 fijó su residencia en Aguadas y se casó con la aguadeña Flora Palacio para iniciar el mercadeo de nuestro producto en el exterior.
Curiosamente, el sombrero Aguadeño no es conocido en el exterior con ese nombre. Genéricamente se les llama "Panamá Hats", debido quizás al gran número de sombreros enviados a esta región en donde encontraron gran acogida por los compradores extranjeros, Norteamericanos especialmente que por ese entonces comenzaban la construcción y tomaban posesión del Canal de Panamá.


De allí hasta nuestros días, la industria de la fabricación de sombreros de Iraca en Aguadas ha tenido sus grandes momentos y sus altibajos.
La llegada del café a las tierras de Caldas y por consiguiente a Aguadas alrededor de 1870, y que según don Lázaro Villegas fue traído por su familiar Policarpo Villegas desde Rionegro; acabó con muchos cultivos de Iraca, quedando sólo incipientes cultivos, al punto de tener hoy que buscar en otras tierras la materia prima.


Por iniciativa de la Industria Licorera de Caldas, las tejedoras Aguadeñas pudieron en un tiempo diversificar su producción hacia otros campos con un programa de tejido de envases para la productora de licor.
Muchos envases tejidos con paja de iraca salían de Aguadas para la Industria Licorera quien a la vez llevó sus productos así tejidos a diversos mercados de Colombia y el mundo.

Pero, el costo de transporte y otros conceptos de mercadeo, llevaron a la destilera a organizar en Manizales a un grupo de tejedoras Aguadeñas que, ya en la capital, facilitaban la labor de forrado, quedando los artesanos de Aguadas huérfanos de este trabajo.

Años después se trató de organizar una Cooperativa Artesanal con el fin de defender a los artesanos que, víctimas de los intermediarios, debían vender su producción de la semana a precios irrisorios, producto que luego de cambiar de manos y después de un organizado proceso, salía al mercado local o nacional a precios mucho más altos. Este primer remedo de Cooperativa no pudo llevarse a feliz término, quedando de nuevo el pequeño artesano Aguadeño sin apoyo.

Hoy, una Cooperativa comercializa este producto y es muy común ver a sus representantes en todas las ferias y eventos artesanales del país con sus bien organizados stands de venta y demostración de nuestra industria vernácula.

jueves, 10 de abril de 2008

AGUADAS 200 AÑOS - ASPECTOS GENERALES

AGUADAS

Fundada en 1808 por Narciso Estrada, José Antonio Villegas, Juan Antonio Pérez, José Rafael Trujillo y José Salvador Isaza y erigida en Municipio en 1814, está situada al Norte del Departamento de Caldas – Colombia, en límites con el Departamento de Antioquia.
Está encaramada en un ramal de la Cordillera Central Colombiana denominado Santa Rita, con una temperatura media de 17ºC, a una altura de 2.214 metros sobre el nivel del mar, una superficie territorial de 482.7 kilómetros cuadrados y una población aproximada de 23.000 habitantes.


Su economía se basa primordialmente en la explotación de productos agropecuarios como el Café, la Caña de Azúcar, Frutas, Verduras y hortalizas, algunas variedades de ganado ovino en su zona fría y ganado vacuno en su piso térmico cálido.

Está situada a 122 kilómetros de Manizales, limitando por el norte con los Municipios Antioqueños de Santa Bárbara, Abejorral y Sonsón con el que también limita por el Oriente, por el Occidente con los además antioqueños municipios de Caramanta y Valparaiso y por el Sur, con los municipios Caldenses de Salamina y Pácora.

Unida a Medellín y al Centro del País por vías carreteables, cuenta hoy con un servicio de transporte que permite comunicación continua con los principales centros urbanos del país.

AGUADAS es famosa en Colombia y en el exterior por su industria de la IRACA con la cual se elaboran los "SOMBREROS AGUADEÑOS" y desde 1990 por celebrarse allí el FESTIVAL NACIONAL DEL PASILLO COLOMBIANO.

Cuenta con atractivos turísticos como el Museo Nacional del Sombrero, la Casa de la Cultura "Francisco Giraldo", el Pueblito Viejo, el Parque Ecológico del Cerro de Monserrate, la población de Arma, una de las mas antiguas fundaciones realizadas en la Conquista por los Españoles, sitios naturales de gran belleza tanto en clima frío como cálido como las Cascadas de Pore y La Chorrera y Templos con ancestrales muestras de Arte Religioso como la Iglesia de la Inmaculada Concepción y modernos como Nuestra Señora de Chiquinquirá.

sábado, 25 de agosto de 2007

AGUADAS 200 AÑOS - CRONICA 9

JOSE NARCISO LEONIN DE ESTRADA Y CASTRO y JOSE ANTONIO VILLEGAS Y LONDOÑO: EL ALMA DE LA FUNDACION


El Español don Pedro Leonín de Estrada, nacido en Peña Mellera, cerca de Oviedo en Asturias donde tenía asiento el Ducado familiar de Estrada, hijo de Don Francisco Leonín de Estrada y Doña María Francisca González de Zerdio, vino a América a principios del siglo XVIII nombrado por la Corona como Administrador de las minas de Marmato y Supia, asentándose primero en Medellín, convirtiéndose en progenitor de su apellido en Antioquia.


Casado en terceras nupcias con Doña María Vicencia Guerra-Pelaez y Vélez de Rivero el 19 de Abril de 1716, tuvieron varios hijos entre ellos a Don Diego Leonín de Estrada, nacido en Medellín quién casó con Doña Feliciana Castro y Guevara en la Vega de Supia.


Allí, en la Vega de Supia, el 29 de Octubre de 1773, nace DON NARCISO LEONÍN DE ESTRADA Y CASTRO; uno de sus hijos, quién luego sería el fundador de Aguadas.


Como hemos dicho en párrafos anteriores, Don Narciso heredó las minas de Marmato y Supia, tanto de su madre Feliciana como de su padre Diego, pero con la llegada de la Independencia le fueron confiscadas por su negativa a participar en la gesta libertadora, razón que lo llevó a asentarse en San José de Arma o Arma Viejo con sus trabajadores, lugar en donde comenzó a gestar la fundación de Aguadas.


Casado en segundas nupcias con Doña Eusebia Henao Duque, nacen en Aguadas de este matrimonio Don Faustino, Don Lucio, Don Rafael, Don Luis, Doña María Antonia, Don Nicolás, Doña Beatriz y Doña Victoriana Estrada Henao.


Don Narciso muere en Aguadas el 23 de Octubre de 1837 y Doña Eusebia en Noviembre de 1872.


Sus hijos dejan gran descendencia en el pueblo y son partícipes de los grandes acontecimientos tanto políticos como sociales del país, de Antioquia y del mismo Aguadas.


DON JOSE ANTONIO VILLEGAS Y LONDOÑO, había nacido el 27 de Febrero de 1750 en la pequeña población existente en el Valle de San Nicolás de Rionegro del matrimonio de Don Felipe Villegas y Córdoba, nacido el 24 de Abril de 1714 en Revilla del Campo, jurisdicción de Burgos en España y Doña Manuela Londoño y Piedrahita.


Con algunos conocimientos de mineralogía, obtenidos en su fugaz paso por el Colegio de San Bartolomé en Bogotá, aulas que dejó prematuramente para volver a la provincia y dedicarse al lavado de oro y a la Agricultura.


Contrae matrimonio dos veces, algunos de sus hijos como Don Ramón, Don Juan Francisco, Don Pedro Pablo y Don Policarpo, van a vivir a la recién fundada Aguadas.


Don José Antonio falleció en Abejorral el 12 de Diciembre de 1838 en suma pobreza, al punto que una historia cuenta que Don José Antonio, vendió a Don Francisco Palacio la tercera parte de lo que hoy es el Municipio de Abejorral por una marrana con sus crías, después de ser dueño de casi todo el territorio de Abejorral y Sonsón.


Tanto los hijos de Don Narciso Estrada y Castro y de Don José Antonio Villegas y Londoño, dejan una gran descendencia que trasciende tanto en las actividades militares como en las letras, la política, las artes y en los aspectos sociales de Aguadas y del país y que hoy, siguen siendo parte, para la grandeza de Aguadas, de los sucesos mas importantes de Colombia.

AGUADAS 200 AÑOS - CRONICA 8

EL NOMBRE DE AGUADAS

Varias versiones existen sobre el Nombre de AGUADAS, Don Lázaro Villegas decía que dicho nombre le fue colocado "irónicamente por la escasez del líquido", don Francisco Franco que "en los muchos vertederos de agua encontrados en estas tierras" y don Enrique Hernández asevera que el nombre se le dió por la construcción de "pozos para recoger agua tanto para uso personal como para abrevadero del ganado a que se vieron obligados a construir los fundadores". Sobre estos pozos dice también Don Lázaro Villegas que el agua "resultaba mala y nociva y de sabor desagradable".

Lo cierto es que si analizamos los sitios de provisión de agua existentes en la actualidad en el municipio, éstas vienen desde la Castrillona, un paraje lejano del casco urbano lo que nos hace presumir que en los tiempos de la fundación, el precioso líquido escaseaba en la zona principal de la fundación.

Además, si se toma como referencia el relato del ingeniero, arquitecto y explorador francés Jorge Brisson, quién pasó por Aguadas alrededor de Octubre de 1890, podemos suponer que la falta del agua era una constante dificultad en nuestro pueblo:

"...Están construyendo actualmente en Aguadas un acueducto de madera, montado sobre soportes de adobes, destinado a conducir el agua desde un cerro vecino, a una pila en medio de la plaza..."

Así mismo, tomando la definición del Diccionario de la Lengua Española, vemos que las aguadas son "lugares donde las caravanas se aprovisionan de agua", y el sitio primitivo de La Aguada no era mas que el lugar de aprovisionamiento de los primeros viajeros que se aventuraban en esta zona. Con el nombre de Aguadas, comienza un nuevo ciclo en el que se reúnen importantes acciones Políticas, Culturales, Comerciales y Sociales para ser parte, como grande que es, de la historia y las tradiciones de Colombia.

viernes, 4 de mayo de 2007

AGUADAS 200 AÑOS - CRONICA 7

NUEVA COLONIA DE EVEJICO: SU PRIMER NOMBRE

Si bien algunos estudiosos de nuestra historia como Don Francisco Franco argumentan que la palabra Evéjico o Ebéjico viene de "una pequeña quebradita que atraviesa la ciudad, a orillas de la cual se empezó a construir", mi teoría se relaciona con la primera ciudad fundada por Jorge Robledo en territorio Antioqueño.


Después de su travesía por las tierras de Arma, Robledo y sus hombres se encaminan hacia el Norte llegando al Valle de las Peras, hoy Amagá.


De allí parten Juan de Frades y Jerónimo Luis Tejelo quienes descubren el Valle que denominaron de San Bartolomé o Valle del Aburrá; donde se fundaría mas tarde Medellín, volviéndose a encontrar con Robledo quien decide continuar hacia la parte baja del Río Cauca el 25 de Agosto para llegar a Curumé de donde continuó después de descansar y aprovisionarse a la "Provincia de Evéjico", situada donde hoy está el Municipio antioqueño de Peque.


El 25 de Noviembre de 1541 funda en esa Provincia indígena de Evéjico una población a la que le da el nombre de Antioquia, nombre que toma después todo el Departamento.


¿Por qué entonces, esa gesta tenaz de fundar un pueblo en las nuevas tierras no podría haber impulsado a los primeros pobladores de Aguadas a recordar y dar trascendencia a la nueva población con el nombre de la primigenia población que fundó Robledo en tierras Antioqueñas denominándola "Nueva Colonia de Evéjico" ?.


Hasta 1815 se tiene relación de la utilización de este nombre como consta en el encabezado de la carta enviada al Juez Poblador, Don Manuel Salvador Giraldo por algunos de sus habitantes para que verifique la partición realizada por él:


" Hevejico y Enero 15 de 1815: Cristóval de Truxillo, Ramón Martínez, Bernardo Garsía, Gregorio Giraldo y Franco. Javier Hurtado y Joaquín Cortés..."

sábado, 28 de abril de 2007

AGUADAS 200 AÑOS - CRONICA 6

LAS CONCESIONES DE TIERRAS

La concesión de tierras; que pudo ser la primera realizada por la corona en esta zona, ya que no se tienen documentos de otras, fue la que hizo la Real Audiencia de Santa Fe en 1763 a Don Felipe Villegas y Córdoba, padre de Don José Antonio Villegas Londoño, fundador de Abejorral cuya Acta de fundación data de 1811; aunque ya desde 1808, tenía alrededor de 1.500 habitantes, y que comprendía parte de los territorios que hoy ocupan los Municipios antioqueños de La Ceja, Abejorral y Sonsón.

Las tierras comprendidas al margen izquierdo del Río Arma quedaron libres de las concesiones reales, quizás gracias a la merced otorgada a la otrora pujante Villa de Santiago de Arma o tal vez por la mala fama que trascendió con los derrumbes y la ruina de Arma.

En una excursión por las tierras del Norte de Caldas y viendo que dichas tierras no estaban trabajadas, Don José María Aranzazu hizo petición para una concesión.
La guerra de la Independencia generó una demora en los trámites hasta que su hijo Juan de Dios Aranzazu, heredero de dicha solicitud, pidió al Tribunal de Primera Instancia de Rionegro su confirmación del título que obtuvo en 1824.

Dicha solicitud incluía todos los territorios al Oriente del río Cauca, desde su desembocadura con el Arma hasta el río Chinchiná.

Pero desde 1811, la idea de la fundación de una población en el sitio "La Aguada" había generado un trabajo en los tribunales por parte de los primitivos pobladores.
Esta razón fue quizás la que permitió que Juan de Dios Aranzazu abandonara sus demandas en cuanto a la posesión desde el río Arma hasta la Quebrada San Lorenzo, territorios hoy de Aguadas y Pácora.

La Independencia marcó una nueva era en la incipiente República, no obstante, acompañado del proceso cruento que sobrevino al grito de la independencia, uno político fue parte del cambio de gobierno.

Al entregar la Real Audiencia de Santa Fe el mando a los patriotas, se estipuló el respeto adquirido a ciertos derechos sobre todo en lo referente a la concesión de tierras, bien por títulos legítimamente adquiridos, por compra de bonos gubernamentales, por alquiler de tierras para pagos de tierras o respetando las antiguas mercedes de la corona a pobladores de las tierras.

Al entrar los primeros fundadores de Aguadas a realizar el correspondiente trámite para la concesión de tierras y el debido permiso para la fundación de la ciudad, encontraron que Don Salvador José de Isaza presentaba querella aduciendo ser dueño de las tierras en donde pretendían fundar la ciudad.

Nombrando como su defensor con "todo su poder cumplido" al Procurador de número Don Juan Salvador Palacio, se inició el pleito contra Don Salvador de Isaza quién, a la postre vendría a ser otro de los participantes en la fundación y quién, quizás amigo de reconciliaciones más que de pleitos, termina siendo suegro de un hijo de Don José Antonio Villegas al casarse Doña Margarita Isaza, su hija con Don Juan Francisco Villegas el 29 de Mayo de 1812, en Abejorral, pasando a residir en Aguadas.

Aunque de su erección como Municipio no se tiene documento, en 1914 queda oficializado dicho trámite comenzando Aguadas su vida como población legalmente constituida con alrededor de seiscientos habitantes. Fue entonces nombrado Juez Partidor Don Manuel Salvador Giraldo con la ayuda de Don Narciso Estrada y Don Rafael Trujillo quienes en 1815 otorgan tierras a ochenta y tres pobladores, diligencia de otorgamiento que continúa hasta 1835.

AGUADAS 200 AÑOS - CRONICA 5

LA FUNDACION DE AGUADAS

Con la llegada de los colonos Antioqueños a esta zona, las tierras que circundaban a Arma, y que durante mas de 300 años habían sido desechadas por sus habitantes, adquirieron una gran importancia para los deseos de fundar una nueva población.


El empuje de la colonización Antioqueña generó una nueva necesidad: La apertura de nuevos caminos, adicionales a los existentes y que permitieran el tránsito por las nuevas tierras.


Fue así como dos nuevos caminos para reemplazar el antiguo Camino Real a Popayán se construyeron: Uno que iba de Santa Bárbara a Riosucio y Anserma, pasando por Caramanta y el otro, el más transitado de los dos, era el de la vía de Abejorral pasando por Sonsón, Aguadas, Pácora, Salamina, Neira y Manizales hacía el Quindío.


Quizás entonces, antes de fundadas estas ciudades, el caminar de los primeros colonizadores Antioqueños marcaron lo que después vendría a ser la vía que atravesaría los territorios del Norte de Caldas para salir hacia el Sur.

Animada por el empuje colonizador o previendo las necesidades de las futuras caravanas, parece ser que alrededor de 1807 a 1808, Manuela Ocampo una mujer de Sonsón con dos hijos se asentó en un sitio que posiblemente estaba en donde hoy se encuentra la plaza de Bolívar de Aguadas y abrió una fonda alrededor de la cual sus hijos realizaron cultivos, convirtiendo la tierra en productiva.


Cabe anotar que antes de la apertura de la fonda, los vecinos de Arma Viejo habían organizado por este mismo sitio un campamento para sus excursiones de caza al que denominaban "La Aguada".Entre 1805 y 1810, posiblemente 1808; dato que se pierde en la historia, Don Narciso Estrada Castro y Don José Antonio Villegas Londoño se encuentran en "La Aguada" y nace de ellos la idea de fundar una ciudad.



AGUADAS 200 AÑOS - CRONICA 4

LAS MINAS DE ORO EN SUPIA Y MARMATO

Si bien es cierto que con el traslado de Arma a Rionegro muchas familias prefirieron las nuevas tierras a las "yermas y soledades" de Arma como en el caso de Don Diego José Leonín de Estrada padre de Don Narciso Estrada, a la postre fundador de Aguadas, quien otorgó testamento en Santiago de Arma de Rionegro el 4 de Enero de 1784, algunos de sus descendientes continuaron en la antigua población, en el caso de Don Narciso, posiblemente en un sitio que pudiera estar cercano a las minas de Supia y Marmato en donde tenía su propiedad.

Adquiridas por Don Joaquín de Castro y Guevara quien había sido Alférez Real de Popayán, las minas de Supia fueron laboradas por él y su familia hasta su muerte.
Dos hijos fueron la descendencia de Don Joaquín, el primero, Don Agustín de Castro quien se doctoró como Abogado en Bogotá y que no se dedicó al laboreo de las minas y la segunda, Doña Feliciana de Castro de Estrada quien vino luego a ser esposa de Don Diego Leonín de Estrada, padres ellos de Don Narciso Estrada y Castro, fundador de Aguadas.

Muerto Don Joaquín, heredó las minas doña Feliciana. Don Diego Leonín de Estrada era también propietario de minas en Marmato como se deduce de estos apartes de su testamento:

..."Item declaro por más bienes míos tres casas, la una en el sitio llamado Marmato, con sus rancherías en donde viven los negros esclavos y mantengo allí las herramientas con que éstos laborean las minas, la otra casa en el sitio de La Vega, y la otra en la Loma del Cauca, y además en este paraje tengo diez y ocho reses y cinco reses más en la Montaña, y dos mas en el sitio de Arma en poder de mi sobrino don Santiago Bernal..."

..."Item declaro que en las minas de Marmato del difunto mi suegro y que ha estado administrando el memoriado doctor mi hermano como albacea de ellas, yo he estado gobernando y haciendo gastos de mi peculio y sin haberme suministrado cosa alguna, digo a mis albaceas que cobren a la testamentaria de dicho mi suegro (aparte de lo que deba mi mujer en las minas), las cantidades que gana un director de minas, y así ordeno para que se ejecute..."

Después de la muerte de Doña Feliciana, heredó las minas Don Narciso pero, al no querer participar en las gestas de la Independencia le fueron confiscadas por el gobierno de la República, alejándose de Supia con sus esclavos y hombres de trabajo, asentándose primero en Arma Viejo para fundar luego la ciudad de Aguadas.Estos son pues razones del asentamiento de Don Narciso Estrada y Castro en Arma a principios de la Independencia.

AGUADAS 200 AÑOS - CRONICA 3

LA COLONIZACION ANTIOQUEÑA Y SU INFLUENCIA EN LA FUNDACION DE AGUADAS

Una de las principales causas de la decadencia surgida en las regiones conquistadas por los españoles en las tierras del Norte de Caldas y Antioquia fue la facilidad en la explotación del oro en los ríos y minas de montaña cercanas a sus villas lo que suscitó el olvido de actividades importantes como la Agricultura.

La decadencia de esta zona impulsó al gobernador Francisco Silvestre a pedir a la Real Audiencia un visitador siendo enviado Don Juan Antonio Mon y Velarde, decano de sus oidores quien llegó a Antioquia y gobernó la provincia del 9 de Mayo de 1785 al 11 de Octubre de 1788.

El desorden administrativo, la corrupción reinante, los constantes peculados en la hacienda acompañados de la desidia de los antiguos mineros que prácticamente deambulaban por las calles de las villas en una vagancia acompañada de la pobreza, situación común en estas poblaciones, generaron rápidos planes en favor de un desarrollo de las provincias antioqueñas.

Con Mon y Velarde comenzó la regeneración de Antioquia; su nuevo impulso a la minería, el fomento de la Agricultura y la creación del espíritu de inmigración dieron nacimiento a una nueva etapa que permitió progresar a la provincia y que generó la Colonización Antioqueña.

Fue así como algunos decretos de Mon y Velarde generaron la inmigración de los habitantes hacia otras tierras y a la consiguiente creación de nuevas ciudades.
Arma era en ese entonces considerada una estación intermedia de arrieros en el camino hacia Marmato y al Camino Real a Popayán en el Occidente.

En cumplimiento de su labor regeneradora, Mon y Velarde realizó visitas a muchos sitios dentro de la provincia, fue así como en 1788 llegó hasta Arma Viejo en donde encontró 77 familias viviendo allí, "muchas de ellas afligidas con la dermatosis llamada carate" y tanto económicamente como culturalmente, los pobladores estaban mas vinculados a las minas de Marmato y a Cartago que a Antioquia.

AGUADAS 200 AÑOS - CRONICA 2

SANTIAGO DE ARMA DE RIONEGRO

El 24 de Agosto de 1541, Jerónimo Luis Tejelo descubre el Valle del Aburrá, mas tarde, a mediados del mes de Septiembre del mismo año envía a Alvaro de Mendoza al mando de un pequeño grupo para que exploraran mas allá de la cordillera y descubren el valle que más tarde se llamaría de San Nicolás del Río Negro.

Don Juan Daza, oriundo de Segovia, había sido Regidor de Santiago de Cali y llegado de España como criado de Don Sancho García del Espinar, a la postre Gobernador de Popayán.

Por una merced de tierras hecha por Don Sancho a su criado, llegó Don Juan Daza desde Popayán al valle de San Nicolás de Rionegro en Octubre de 1581. Esta merced de tierras consistía en dos Estancias, una en el Valle del Aburrá y otra en las "Sabanas de Rionegro, en la parte y lugar que las quisieres señalar".

El 8 de Noviembre de 1581, don Juan Daza toma posesión de la Estancia en Rionegro y con testigos inicia la organización de la ciudad, fecha esta considerada como la de la fundación de Rionegro.

Lentamente, fueron erigiéndose las casas de la población y en sus fértiles tierras comenzó una pujante tarea de los habitantes por colonizarlas y ambicionando mas tarde poseer el título de Villa, el 15 de Marzo de 1732 otorgaron poder a Manuel de Aguirre y Francisco Pacheco para que ante la Audiencia de Santa Fe de Bogotá, solicitaran y obtuvieran este titulo y su consiguiente Escudo de armas.

Según las leyes vigentes, los Virreyes y las Reales Audiencias estaban impedidos para otorgar títulos de nuevas ciudades y villas razón por la cual dicha petición fue negada.
Pero estos entes si podían autorizar el traslado de ciudades en decadencia a otros sitios mas prósperos.

Bajo esta razón legal, los habitantes encontraron la posibilidad de solucionar su ambición, iniciándose el litigio probatorio de la decadencia de Arma y la prueba del progreso floreciente de Rionegro.

Era indiscutible en la época la decadente situación de Arma. Los españoles encomenderos, fueron aniquilando la mano de obra para las minas de fácil laboreo en los ríos y en algunas vertientes de las montañas. Los indios escapaban y ni con organizadas jaurías de perros podían ser obligados al trabajo, las minas cercanas a la población fueron escaseando viéndose la necesidad de buscarlas en sitios mas apartados en donde la provisión de víveres era mas costosa creándose una paradoja: las minas no producían por falta de esclavos y se carecían de esclavos porque las minas, incipientemente laboradas por sus dueños, no daban para comprarlos.

Según el informe del gobernador Don Cayetano Buelta Lorenzana al entrar a gobernar la Provincia de Antioquia, "De Arma sólo quedaba el nombre".

El 11 de Abril de 1783, el Arzobispo Virrey Antonio Caballero y Góngora dicta el decreto que ordena el traslado de la ciudad de Arma, "por cuanto carecía de las condiciones indispensables para la vida económica, a San Nicolás de Rionegro, rico en minas, copioso en frutos, de saludable temperamento y con un vecindario de mas de 9.000 almas", orden ejecutada por el Gobernador Francisco Silvestre Sánchez, recibiendo todas las prerrogativas de Arma, su rango, su Título y su Escudo de armas el día 24 de Julio de 1783 y denominándose entonces SANTIAGO DE ARMA DE RIONEGRO.

Para los vecinos que quedaban en Arma, contrarios a la orden dictada, comenzó un nuevo litigio esta vez por la posesión de la imágenes religiosas como las de Santiago Apóstol y de Nuestra Señora de la Concepción del Rosario, donadas a la ciudad por el Rey Felipe II y que por fin, fueron trasladados a Rionegro después de muchos reclamos y contrareclamos en favor de su posesión.

Así, la Villa de Santiago de Arma, fue desposeída de sus títulos y prerrogativas que pasaron a Rionegro, víctimas de los desastres de la naturaleza y de la violenta persecución de los encomenderos españoles a los naturales que acabaron con una villa en una tierra de grandes riquezas.

A pesar de todo, Arma no murió, algunos de sus primitivos pobladores españoles continuaron en estas tierras al punto de que de allí, salió años después un grupo que fundó la ciudad de Pácora y como vecino de Arma, don Narciso Estrada concibió la idea de fundar a Aguadas. Con el nombre de Armaviejo o San José de Arma, a principios de 1800, pertenecía a Río Negro que también tenía bajo su jurisdicción los Sitios de Sabaletas, Concepción, Guarne, Santo Domingo, San Vicente y Sonsón. Mas tarde perteneció a las Provincias de Sonsón y Salamina y después de creado el Departamento de Caldas en 1905, se erige hasta hoy como un pujante y rico Corregimiento de Aguadas.

Hoy, mas de 450 años después de su fundación, con su clima templado Arma es hoy un próspero Corregimiento de Aguadas en el que se encuentran grandes haciendas que permiten por medio de la Agricultura y la Ganadería ser una gran fuente de ingresos para todo el Municipio.