LAS CONCESIONES DE TIERRAS
La concesión de tierras; que pudo ser la primera realizada por la corona en esta zona, ya que no se tienen documentos de otras, fue la que hizo la Real Audiencia de Santa Fe en 1763 a Don Felipe Villegas y Córdoba, padre de Don José Antonio Villegas Londoño, fundador de Abejorral cuya Acta de fundación data de 1811; aunque ya desde 1808, tenía alrededor de 1.500 habitantes, y que comprendía parte de los territorios que hoy ocupan los Municipios antioqueños de La Ceja, Abejorral y Sonsón.
Las tierras comprendidas al margen izquierdo del Río Arma quedaron libres de las concesiones reales, quizás gracias a la merced otorgada a la otrora pujante Villa de Santiago de Arma o tal vez por la mala fama que trascendió con los derrumbes y la ruina de Arma.
En una excursión por las tierras del Norte de Caldas y viendo que dichas tierras no estaban trabajadas, Don José María Aranzazu hizo petición para una concesión.
La guerra de la Independencia generó una demora en los trámites hasta que su hijo Juan de Dios Aranzazu, heredero de dicha solicitud, pidió al Tribunal de Primera Instancia de Rionegro su confirmación del título que obtuvo en 1824.
Dicha solicitud incluía todos los territorios al Oriente del río Cauca, desde su desembocadura con el Arma hasta el río Chinchiná.
Pero desde 1811, la idea de la fundación de una población en el sitio "La Aguada" había generado un trabajo en los tribunales por parte de los primitivos pobladores.
Esta razón fue quizás la que permitió que Juan de Dios Aranzazu abandonara sus demandas en cuanto a la posesión desde el río Arma hasta la Quebrada San Lorenzo, territorios hoy de Aguadas y Pácora.
La Independencia marcó una nueva era en la incipiente República, no obstante, acompañado del proceso cruento que sobrevino al grito de la independencia, uno político fue parte del cambio de gobierno.
Al entregar la Real Audiencia de Santa Fe el mando a los patriotas, se estipuló el respeto adquirido a ciertos derechos sobre todo en lo referente a la concesión de tierras, bien por títulos legítimamente adquiridos, por compra de bonos gubernamentales, por alquiler de tierras para pagos de tierras o respetando las antiguas mercedes de la corona a pobladores de las tierras.
Al entrar los primeros fundadores de Aguadas a realizar el correspondiente trámite para la concesión de tierras y el debido permiso para la fundación de la ciudad, encontraron que Don Salvador José de Isaza presentaba querella aduciendo ser dueño de las tierras en donde pretendían fundar la ciudad.
Nombrando como su defensor con "todo su poder cumplido" al Procurador de número Don Juan Salvador Palacio, se inició el pleito contra Don Salvador de Isaza quién, a la postre vendría a ser otro de los participantes en la fundación y quién, quizás amigo de reconciliaciones más que de pleitos, termina siendo suegro de un hijo de Don José Antonio Villegas al casarse Doña Margarita Isaza, su hija con Don Juan Francisco Villegas el 29 de Mayo de 1812, en Abejorral, pasando a residir en Aguadas.
Aunque de su erección como Municipio no se tiene documento, en 1914 queda oficializado dicho trámite comenzando Aguadas su vida como población legalmente constituida con alrededor de seiscientos habitantes. Fue entonces nombrado Juez Partidor Don Manuel Salvador Giraldo con la ayuda de Don Narciso Estrada y Don Rafael Trujillo quienes en 1815 otorgan tierras a ochenta y tres pobladores, diligencia de otorgamiento que continúa hasta 1835.