LA COLONIZACION ANTIOQUEÑA Y SU INFLUENCIA EN LA FUNDACION DE AGUADAS
Una de las principales causas de la decadencia surgida en las regiones conquistadas por los españoles en las tierras del Norte de Caldas y Antioquia fue la facilidad en la explotación del oro en los ríos y minas de montaña cercanas a sus villas lo que suscitó el olvido de actividades importantes como la Agricultura.
La decadencia de esta zona impulsó al gobernador Francisco Silvestre a pedir a la Real Audiencia un visitador siendo enviado Don Juan Antonio Mon y Velarde, decano de sus oidores quien llegó a Antioquia y gobernó la provincia del 9 de Mayo de 1785 al 11 de Octubre de 1788.
El desorden administrativo, la corrupción reinante, los constantes peculados en la hacienda acompañados de la desidia de los antiguos mineros que prácticamente deambulaban por las calles de las villas en una vagancia acompañada de la pobreza, situación común en estas poblaciones, generaron rápidos planes en favor de un desarrollo de las provincias antioqueñas.
Con Mon y Velarde comenzó la regeneración de Antioquia; su nuevo impulso a la minería, el fomento de la Agricultura y la creación del espíritu de inmigración dieron nacimiento a una nueva etapa que permitió progresar a la provincia y que generó la Colonización Antioqueña.
Fue así como algunos decretos de Mon y Velarde generaron la inmigración de los habitantes hacia otras tierras y a la consiguiente creación de nuevas ciudades.
Arma era en ese entonces considerada una estación intermedia de arrieros en el camino hacia Marmato y al Camino Real a Popayán en el Occidente.
En cumplimiento de su labor regeneradora, Mon y Velarde realizó visitas a muchos sitios dentro de la provincia, fue así como en 1788 llegó hasta Arma Viejo en donde encontró 77 familias viviendo allí, "muchas de ellas afligidas con la dermatosis llamada carate" y tanto económicamente como culturalmente, los pobladores estaban mas vinculados a las minas de Marmato y a Cartago que a Antioquia.
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