martes, 27 de mayo de 2008

AGUADAS - 200 AÑOS

LOS ARRIEROS: UNA INSIGNE GESTA.

El pasado 24 de mayo de 2008, partieron de RIONEGRO - Antioquia, un gran número de arrieros de Argelia, Nariño, Sonsón, Arma, Pácora, Aguadas y otras poblaciones con el fin de recorrer la antigua vía que sirvió de punta de lanza para la colonización Antioqueña. Su idea es llegar a la conmemoración histórica de los 200 años de Aguadas el próximo Sábado 31 de mayo.

Hablar de los Arrieros es hablar de grandeza, de poesía, de fuerza y de entereza. Es hablar de una raza noble y brava que con su trabajo gestó el nacimiento de pueblos, abrió caminos y edificó una economía a base de amor al trabajo.


Ser arriero era sinónimo de poder, de riqueza y un honor ganado a costa de aventuras y grandes riesgos.


Los Señores importantes de la época eran los dueños del capital y de las recuas de mulas o de las boyadas y aunque todas las clases sociales tenían acceso a este trabajo, los principales señores eran los jefes de toda la cuadrilla.


En un comienzo, los bueyes eran el principal medio de trabajo para la arriería, después, las mulas llegaron a reemplazarlos.


Salía del pueblo la caravana de arrieros con el dueño de los bueyes o las mulas adelante, le seguían los peones de brega o arrieros y cargueros encargados de vigilar constantemente toda la carga.


Después venían los Sangreros, los hombres de mas confianza y que con una gran responsabilidad, eran los encargados de cuidar la despensa y la ropa. El sangrero era además el cocinero.


Seguían los muchachos aprendices que empezaban a iniciarse en su labor y luego, los perros acompañantes, fieles vigilantes de la carga.


Cerca al mediodía, los arrieros toldaban al lado del camino en una parte plana, con facilidades para conseguir agua y generalmente cercana a una casa.


Descargaban las mulas y con los bultos organizaban su sitio para dormir alrededor de la enjalma que les servía de cama.


El Sangrero organizaba el fogón con tres piedras y dos palos en forma de horqueta sobre el que se ponía otro que servía para colgar las ollas.


Todos se arrimaban a la hora de comer, Frijoles, chicharrones, plátano, chocolate y queso era generalmente el menú común en estos viajes, sin olvidar el famoso "Bizcocho de Arriero", llamado por algunos en Aguadas "Bizcocho de Teja" y que era el acostumbrado manjar en el "hatillo", una bolsa o "jíquera" que llevaba el arriero junto con la carga.


El "Bizcocho de Teja" duraba hasta un mes, era una masa de maíz que, finamente molido y después de amasar la harina con agua, manteca, sal y un huevo se iba adelgazando como para hacer arepas hasta quedar como una tela delgadísima que asaban en una especie de cayana de barro de donde quizás provenga ese nombre dado en Aguadas a este alimento. En las noches, al son del tiple, se reunían todos los arrieros a cantar sus trovas y canciones y a contar los larguísimos cuentos de "Cosiaca" y "Pedro Rimales".


Se dormía temprano puesto que, muy de madrugada, empezaba de nuevo la febril actividad de enjalmar las mulas y asegurar la carga.


Enjalmas, sobrecargas, lías, cinchones, cogederas, pretales y retrancas eran organizadas asegurando con un pie en la carga y otro en el suelo la firmeza de la carga.


Al grito de !Arre mula...!, y al chasquido del zurriago comenzaba otra jornada.


La encomienda de Don Francisco, la vajilla de Doña Juana, los genéricos de don Pedro el Boticario, las telas para el almacén de don Gabriel, infinidad de encargos hacían de cada viaje una importante posibilidad de abastecimiento para el pueblo.


La situación geográfica de Aguadas, "lejos de todo o cerca de todo" como dijo el Doctor Orlando Giraldo González, permitía realizar una jornada y pernoctar a todos los arrieros que con el impulso de la Colonización antioqueña utilizaba el camino desde Medellín hacía el Quindío. Era prácticamente el centro del camino ya que saliendo de madrugada, se llegaba a Aguadas en las horas finales de la tarde.


Los arrieros tanto Aguadeños como de otras partes, llevaron al pueblo los productos de otras regiones y así mismo lograron transportar algunos implementos especiales para el pueblo como el Organo y las campanas de la Iglesia, los primeros artículos de loza y hasta el primer carro. Un grupo de arrieros, entre los que se encontraban Pedro Pélaez (Guajiro) a quién también le comisionaron el acompañamiento y la carga de los bártulos de las primeras monjas que llegaron a Aguadas; llevaron desde la terminal del Ferrocarril Industrial en El Oro hasta Aguadas el órgano de la Iglesia, después de haber sido transportado desde el puerto de Buenaventura, como anécdota se cuenta que uno de los bueyes, el que iba adelante de la Turega, se desbarrancó transportando parte del pesado instrumento y el de atrás, lo sostuvo sin dejar caer la carga, esperando hasta que los arrieros la aseguraran bien y sacaran a su compañero para luego morirse allí mismo, cumpliendo como buen animal de carga.


Fue indiscutiblemente la labor de los arrieros aguadeños lo que permitió que día a día, Aguadas empezara a generar ese impulso comercial que tanto en el pueblo como en el país tiene hoy sus grandes representantes.

CREDITOS: Fotografía tomada por REY NIETO a un cuadro de la Maestra en Artes Plásticas de la Universidad de Antioquía DAISY VARELA.

viernes, 2 de mayo de 2008

CAMPANAS DE MI PUEBLO


En el pueblo,
los sueños silenciosos se movían
en medio
de las campanadas
de una iglesia
que servían de mañana,
de medio día
y de madrugada.
Tocaban las campanas
a la misa
y sonaban,
cuando un alma se moría.

Eran la señal que yo sentía
cuando de hablar de vida
presentía.

Y tañían a las seis de la mañana
y al ányelus
y a medio día.
Y sonaban
y sonaban...
Noche y día
y escondían
mis ganas de quererte
en el tan tan de su melancolía.

OSCAR EDUARDO LOPEZ ESTRADA. Baladas para despertar el alma.

domingo, 20 de abril de 2008

AGUADAS 200 AÑOS - EL SOMBRERO AGUADEÑO

EL SOMBRERO AGUADEÑO: CRONICA DE UNA INDUSTRIA


"...Tejiendo sombreros,
tejiendo tonadas,
la Iraca laboran tus niñas honradas,
como los arrieros
que van, día a día tejiendo jornadas.
Y tus tejedoras cantan a porfía
el amor, el gozo, la melancolía;
las manos humildes de aquellas mujeres
que tiñen de azufre las telas labradas
han hecho amarillos tus atardeceres
y han dado blancura a tus madrugadas..."


Esta estrofa del poema AGUADAS escrito por el Poeta Aurelio Martínez Mutis, es una hermosa entrada para relatar la historia del artículo que ha permitido llevar el nombre de Aguadas por los rincones de Colombia y del mundo: EL SOMBRERO AGUADEÑO.

Cubriendo del sol al campesino o ciñendo la cabeza de grandes personajes y como bagaje natural de todo Aguadeño que se respete, el sombrero Aguadeño ha sido prenda tradicional en todas las fiestas del país y elemento de intercambio comercial de Aguadas con otros lugares de Colombia y el exterior.

Extraída del "cogollo" de la "Carludovica Palmata" , perteneciente a la familia de las "Ciclantáseas" , "ripiados" con la "tarja" , puesta a cocinar y luego a secar al sol para ser llevada después al "estufado" con azufre para lograr su blancura, la Iraca es la materia prima de nuestros Sombreros Aguadeños.


La historia del sombrero Aguadeño se remonta a los tiempos de la Colonización Antioqueña.
Agotado en muchas partes el trabajo de la minería que desde tiempos de la Colonia era la principal fuente de ingresos para los habitantes de estas regiones, la regeneración Antioqueña impuesta por el Regidor Mon y Velarde impulsó a las familias antioqueñas a buscar en los productos Agropecuarios una forma de subsistencia y de comercio entre las poblaciones.

Fue quizás la del tejido a mano de sombreros, la primera industria exportadora de Antioquia.

Esta industria, introducida del Ecuador, se difundió en el país en la primera década de la República en los departamentos de Santander, Huila y Antioquia, localizándose allí en algunas poblaciones como Santa Fe de Antioquia, Sopetrán, Buriticá, Aguadas y Santa Rosa de Cabal.

Miles de sombreros de iraca fueron exportados principalmente a las Antillas para luego decaer las exportaciones alrededor de 1870.
Hacía 1910, las exportaciones de sombreros tuvieron una nueva bonanza sobretodo en el mercado Norteamericano para decaer de nuevo con el inicio de la Primera Guerra Mundial, comercio que según los entendidos no se ha vuelto a recuperar.

En la tradición histórica de Aguadas, relacionada con la industria de la fabricación de Sombreros, se cuentan varias crónicas sobre su nacimiento.
Maestros artesanos traídos de Quito, el descubrimiento por parte de otro ecuatoriano de grandes plantaciones silvestres de iraca y la "desbaratada" de un sombrero ecuatoriano para volver a armarlo son parte del comienzo de esta industria que hoy nos llena de orgullo.
Sin embargo, no podemos dejar atrás el concepto de organización industrial antioqueña expuesto anteriormente.

En los inicios de la producción de sombreros en Aguadas, se fundaron algunos talleres parecidos a fábricas en donde tejían por igual hombres y mujeres. Entre los primeros tejedores se encontraban Juan Crisóstomo Flórez quién, desbaratando un sombrero para volver a armarlo, se convirtió en el primero en impulsar esta industria en Aguadas, Nicolás Tobón y Manuel Valencia.

Luego, encargados de otros menesteres, los hombres dieron paso a las mujeres para la elaboración de los sombreros, mas finas y mas constantes en el tejido al punto de ser considerada Mercedes Jiménez de Giraldo, "la mujer de las manos de seda" como la mejor tejedora que ha existido en nuestro pueblo por su finura en el arte de tejer los sombreros.

El primero que usó el sombrero Aguadeño fue don Aguedo Villegas, hijo del cofundador José Antonio Villegas y se cuenta también que el primer exportador de nuestros sombreros fue el español José Cerra de Oviedo, quién en 1874 fijó su residencia en Aguadas y se casó con la aguadeña Flora Palacio para iniciar el mercadeo de nuestro producto en el exterior.
Curiosamente, el sombrero Aguadeño no es conocido en el exterior con ese nombre. Genéricamente se les llama "Panamá Hats", debido quizás al gran número de sombreros enviados a esta región en donde encontraron gran acogida por los compradores extranjeros, Norteamericanos especialmente que por ese entonces comenzaban la construcción y tomaban posesión del Canal de Panamá.


De allí hasta nuestros días, la industria de la fabricación de sombreros de Iraca en Aguadas ha tenido sus grandes momentos y sus altibajos.
La llegada del café a las tierras de Caldas y por consiguiente a Aguadas alrededor de 1870, y que según don Lázaro Villegas fue traído por su familiar Policarpo Villegas desde Rionegro; acabó con muchos cultivos de Iraca, quedando sólo incipientes cultivos, al punto de tener hoy que buscar en otras tierras la materia prima.


Por iniciativa de la Industria Licorera de Caldas, las tejedoras Aguadeñas pudieron en un tiempo diversificar su producción hacia otros campos con un programa de tejido de envases para la productora de licor.
Muchos envases tejidos con paja de iraca salían de Aguadas para la Industria Licorera quien a la vez llevó sus productos así tejidos a diversos mercados de Colombia y el mundo.

Pero, el costo de transporte y otros conceptos de mercadeo, llevaron a la destilera a organizar en Manizales a un grupo de tejedoras Aguadeñas que, ya en la capital, facilitaban la labor de forrado, quedando los artesanos de Aguadas huérfanos de este trabajo.

Años después se trató de organizar una Cooperativa Artesanal con el fin de defender a los artesanos que, víctimas de los intermediarios, debían vender su producción de la semana a precios irrisorios, producto que luego de cambiar de manos y después de un organizado proceso, salía al mercado local o nacional a precios mucho más altos. Este primer remedo de Cooperativa no pudo llevarse a feliz término, quedando de nuevo el pequeño artesano Aguadeño sin apoyo.

Hoy, una Cooperativa comercializa este producto y es muy común ver a sus representantes en todas las ferias y eventos artesanales del país con sus bien organizados stands de venta y demostración de nuestra industria vernácula.

jueves, 10 de abril de 2008

AGUADAS 200 AÑOS - ASPECTOS GENERALES

AGUADAS

Fundada en 1808 por Narciso Estrada, José Antonio Villegas, Juan Antonio Pérez, José Rafael Trujillo y José Salvador Isaza y erigida en Municipio en 1814, está situada al Norte del Departamento de Caldas – Colombia, en límites con el Departamento de Antioquia.
Está encaramada en un ramal de la Cordillera Central Colombiana denominado Santa Rita, con una temperatura media de 17ºC, a una altura de 2.214 metros sobre el nivel del mar, una superficie territorial de 482.7 kilómetros cuadrados y una población aproximada de 23.000 habitantes.


Su economía se basa primordialmente en la explotación de productos agropecuarios como el Café, la Caña de Azúcar, Frutas, Verduras y hortalizas, algunas variedades de ganado ovino en su zona fría y ganado vacuno en su piso térmico cálido.

Está situada a 122 kilómetros de Manizales, limitando por el norte con los Municipios Antioqueños de Santa Bárbara, Abejorral y Sonsón con el que también limita por el Oriente, por el Occidente con los además antioqueños municipios de Caramanta y Valparaiso y por el Sur, con los municipios Caldenses de Salamina y Pácora.

Unida a Medellín y al Centro del País por vías carreteables, cuenta hoy con un servicio de transporte que permite comunicación continua con los principales centros urbanos del país.

AGUADAS es famosa en Colombia y en el exterior por su industria de la IRACA con la cual se elaboran los "SOMBREROS AGUADEÑOS" y desde 1990 por celebrarse allí el FESTIVAL NACIONAL DEL PASILLO COLOMBIANO.

Cuenta con atractivos turísticos como el Museo Nacional del Sombrero, la Casa de la Cultura "Francisco Giraldo", el Pueblito Viejo, el Parque Ecológico del Cerro de Monserrate, la población de Arma, una de las mas antiguas fundaciones realizadas en la Conquista por los Españoles, sitios naturales de gran belleza tanto en clima frío como cálido como las Cascadas de Pore y La Chorrera y Templos con ancestrales muestras de Arte Religioso como la Iglesia de la Inmaculada Concepción y modernos como Nuestra Señora de Chiquinquirá.

sábado, 25 de agosto de 2007

AGUADAS 200 AÑOS - CRONICA 9

JOSE NARCISO LEONIN DE ESTRADA Y CASTRO y JOSE ANTONIO VILLEGAS Y LONDOÑO: EL ALMA DE LA FUNDACION


El Español don Pedro Leonín de Estrada, nacido en Peña Mellera, cerca de Oviedo en Asturias donde tenía asiento el Ducado familiar de Estrada, hijo de Don Francisco Leonín de Estrada y Doña María Francisca González de Zerdio, vino a América a principios del siglo XVIII nombrado por la Corona como Administrador de las minas de Marmato y Supia, asentándose primero en Medellín, convirtiéndose en progenitor de su apellido en Antioquia.


Casado en terceras nupcias con Doña María Vicencia Guerra-Pelaez y Vélez de Rivero el 19 de Abril de 1716, tuvieron varios hijos entre ellos a Don Diego Leonín de Estrada, nacido en Medellín quién casó con Doña Feliciana Castro y Guevara en la Vega de Supia.


Allí, en la Vega de Supia, el 29 de Octubre de 1773, nace DON NARCISO LEONÍN DE ESTRADA Y CASTRO; uno de sus hijos, quién luego sería el fundador de Aguadas.


Como hemos dicho en párrafos anteriores, Don Narciso heredó las minas de Marmato y Supia, tanto de su madre Feliciana como de su padre Diego, pero con la llegada de la Independencia le fueron confiscadas por su negativa a participar en la gesta libertadora, razón que lo llevó a asentarse en San José de Arma o Arma Viejo con sus trabajadores, lugar en donde comenzó a gestar la fundación de Aguadas.


Casado en segundas nupcias con Doña Eusebia Henao Duque, nacen en Aguadas de este matrimonio Don Faustino, Don Lucio, Don Rafael, Don Luis, Doña María Antonia, Don Nicolás, Doña Beatriz y Doña Victoriana Estrada Henao.


Don Narciso muere en Aguadas el 23 de Octubre de 1837 y Doña Eusebia en Noviembre de 1872.


Sus hijos dejan gran descendencia en el pueblo y son partícipes de los grandes acontecimientos tanto políticos como sociales del país, de Antioquia y del mismo Aguadas.


DON JOSE ANTONIO VILLEGAS Y LONDOÑO, había nacido el 27 de Febrero de 1750 en la pequeña población existente en el Valle de San Nicolás de Rionegro del matrimonio de Don Felipe Villegas y Córdoba, nacido el 24 de Abril de 1714 en Revilla del Campo, jurisdicción de Burgos en España y Doña Manuela Londoño y Piedrahita.


Con algunos conocimientos de mineralogía, obtenidos en su fugaz paso por el Colegio de San Bartolomé en Bogotá, aulas que dejó prematuramente para volver a la provincia y dedicarse al lavado de oro y a la Agricultura.


Contrae matrimonio dos veces, algunos de sus hijos como Don Ramón, Don Juan Francisco, Don Pedro Pablo y Don Policarpo, van a vivir a la recién fundada Aguadas.


Don José Antonio falleció en Abejorral el 12 de Diciembre de 1838 en suma pobreza, al punto que una historia cuenta que Don José Antonio, vendió a Don Francisco Palacio la tercera parte de lo que hoy es el Municipio de Abejorral por una marrana con sus crías, después de ser dueño de casi todo el territorio de Abejorral y Sonsón.


Tanto los hijos de Don Narciso Estrada y Castro y de Don José Antonio Villegas y Londoño, dejan una gran descendencia que trasciende tanto en las actividades militares como en las letras, la política, las artes y en los aspectos sociales de Aguadas y del país y que hoy, siguen siendo parte, para la grandeza de Aguadas, de los sucesos mas importantes de Colombia.

AGUADAS 200 AÑOS - CRONICA 8

EL NOMBRE DE AGUADAS

Varias versiones existen sobre el Nombre de AGUADAS, Don Lázaro Villegas decía que dicho nombre le fue colocado "irónicamente por la escasez del líquido", don Francisco Franco que "en los muchos vertederos de agua encontrados en estas tierras" y don Enrique Hernández asevera que el nombre se le dió por la construcción de "pozos para recoger agua tanto para uso personal como para abrevadero del ganado a que se vieron obligados a construir los fundadores". Sobre estos pozos dice también Don Lázaro Villegas que el agua "resultaba mala y nociva y de sabor desagradable".

Lo cierto es que si analizamos los sitios de provisión de agua existentes en la actualidad en el municipio, éstas vienen desde la Castrillona, un paraje lejano del casco urbano lo que nos hace presumir que en los tiempos de la fundación, el precioso líquido escaseaba en la zona principal de la fundación.

Además, si se toma como referencia el relato del ingeniero, arquitecto y explorador francés Jorge Brisson, quién pasó por Aguadas alrededor de Octubre de 1890, podemos suponer que la falta del agua era una constante dificultad en nuestro pueblo:

"...Están construyendo actualmente en Aguadas un acueducto de madera, montado sobre soportes de adobes, destinado a conducir el agua desde un cerro vecino, a una pila en medio de la plaza..."

Así mismo, tomando la definición del Diccionario de la Lengua Española, vemos que las aguadas son "lugares donde las caravanas se aprovisionan de agua", y el sitio primitivo de La Aguada no era mas que el lugar de aprovisionamiento de los primeros viajeros que se aventuraban en esta zona. Con el nombre de Aguadas, comienza un nuevo ciclo en el que se reúnen importantes acciones Políticas, Culturales, Comerciales y Sociales para ser parte, como grande que es, de la historia y las tradiciones de Colombia.

viernes, 4 de mayo de 2007

AGUADAS 200 AÑOS - CRONICA 7

NUEVA COLONIA DE EVEJICO: SU PRIMER NOMBRE

Si bien algunos estudiosos de nuestra historia como Don Francisco Franco argumentan que la palabra Evéjico o Ebéjico viene de "una pequeña quebradita que atraviesa la ciudad, a orillas de la cual se empezó a construir", mi teoría se relaciona con la primera ciudad fundada por Jorge Robledo en territorio Antioqueño.


Después de su travesía por las tierras de Arma, Robledo y sus hombres se encaminan hacia el Norte llegando al Valle de las Peras, hoy Amagá.


De allí parten Juan de Frades y Jerónimo Luis Tejelo quienes descubren el Valle que denominaron de San Bartolomé o Valle del Aburrá; donde se fundaría mas tarde Medellín, volviéndose a encontrar con Robledo quien decide continuar hacia la parte baja del Río Cauca el 25 de Agosto para llegar a Curumé de donde continuó después de descansar y aprovisionarse a la "Provincia de Evéjico", situada donde hoy está el Municipio antioqueño de Peque.


El 25 de Noviembre de 1541 funda en esa Provincia indígena de Evéjico una población a la que le da el nombre de Antioquia, nombre que toma después todo el Departamento.


¿Por qué entonces, esa gesta tenaz de fundar un pueblo en las nuevas tierras no podría haber impulsado a los primeros pobladores de Aguadas a recordar y dar trascendencia a la nueva población con el nombre de la primigenia población que fundó Robledo en tierras Antioqueñas denominándola "Nueva Colonia de Evéjico" ?.


Hasta 1815 se tiene relación de la utilización de este nombre como consta en el encabezado de la carta enviada al Juez Poblador, Don Manuel Salvador Giraldo por algunos de sus habitantes para que verifique la partición realizada por él:


" Hevejico y Enero 15 de 1815: Cristóval de Truxillo, Ramón Martínez, Bernardo Garsía, Gregorio Giraldo y Franco. Javier Hurtado y Joaquín Cortés..."

sábado, 28 de abril de 2007

AGUADAS 200 AÑOS - CRONICA 6

LAS CONCESIONES DE TIERRAS

La concesión de tierras; que pudo ser la primera realizada por la corona en esta zona, ya que no se tienen documentos de otras, fue la que hizo la Real Audiencia de Santa Fe en 1763 a Don Felipe Villegas y Córdoba, padre de Don José Antonio Villegas Londoño, fundador de Abejorral cuya Acta de fundación data de 1811; aunque ya desde 1808, tenía alrededor de 1.500 habitantes, y que comprendía parte de los territorios que hoy ocupan los Municipios antioqueños de La Ceja, Abejorral y Sonsón.

Las tierras comprendidas al margen izquierdo del Río Arma quedaron libres de las concesiones reales, quizás gracias a la merced otorgada a la otrora pujante Villa de Santiago de Arma o tal vez por la mala fama que trascendió con los derrumbes y la ruina de Arma.

En una excursión por las tierras del Norte de Caldas y viendo que dichas tierras no estaban trabajadas, Don José María Aranzazu hizo petición para una concesión.
La guerra de la Independencia generó una demora en los trámites hasta que su hijo Juan de Dios Aranzazu, heredero de dicha solicitud, pidió al Tribunal de Primera Instancia de Rionegro su confirmación del título que obtuvo en 1824.

Dicha solicitud incluía todos los territorios al Oriente del río Cauca, desde su desembocadura con el Arma hasta el río Chinchiná.

Pero desde 1811, la idea de la fundación de una población en el sitio "La Aguada" había generado un trabajo en los tribunales por parte de los primitivos pobladores.
Esta razón fue quizás la que permitió que Juan de Dios Aranzazu abandonara sus demandas en cuanto a la posesión desde el río Arma hasta la Quebrada San Lorenzo, territorios hoy de Aguadas y Pácora.

La Independencia marcó una nueva era en la incipiente República, no obstante, acompañado del proceso cruento que sobrevino al grito de la independencia, uno político fue parte del cambio de gobierno.

Al entregar la Real Audiencia de Santa Fe el mando a los patriotas, se estipuló el respeto adquirido a ciertos derechos sobre todo en lo referente a la concesión de tierras, bien por títulos legítimamente adquiridos, por compra de bonos gubernamentales, por alquiler de tierras para pagos de tierras o respetando las antiguas mercedes de la corona a pobladores de las tierras.

Al entrar los primeros fundadores de Aguadas a realizar el correspondiente trámite para la concesión de tierras y el debido permiso para la fundación de la ciudad, encontraron que Don Salvador José de Isaza presentaba querella aduciendo ser dueño de las tierras en donde pretendían fundar la ciudad.

Nombrando como su defensor con "todo su poder cumplido" al Procurador de número Don Juan Salvador Palacio, se inició el pleito contra Don Salvador de Isaza quién, a la postre vendría a ser otro de los participantes en la fundación y quién, quizás amigo de reconciliaciones más que de pleitos, termina siendo suegro de un hijo de Don José Antonio Villegas al casarse Doña Margarita Isaza, su hija con Don Juan Francisco Villegas el 29 de Mayo de 1812, en Abejorral, pasando a residir en Aguadas.

Aunque de su erección como Municipio no se tiene documento, en 1914 queda oficializado dicho trámite comenzando Aguadas su vida como población legalmente constituida con alrededor de seiscientos habitantes. Fue entonces nombrado Juez Partidor Don Manuel Salvador Giraldo con la ayuda de Don Narciso Estrada y Don Rafael Trujillo quienes en 1815 otorgan tierras a ochenta y tres pobladores, diligencia de otorgamiento que continúa hasta 1835.

AGUADAS 200 AÑOS - CRONICA 5

LA FUNDACION DE AGUADAS

Con la llegada de los colonos Antioqueños a esta zona, las tierras que circundaban a Arma, y que durante mas de 300 años habían sido desechadas por sus habitantes, adquirieron una gran importancia para los deseos de fundar una nueva población.


El empuje de la colonización Antioqueña generó una nueva necesidad: La apertura de nuevos caminos, adicionales a los existentes y que permitieran el tránsito por las nuevas tierras.


Fue así como dos nuevos caminos para reemplazar el antiguo Camino Real a Popayán se construyeron: Uno que iba de Santa Bárbara a Riosucio y Anserma, pasando por Caramanta y el otro, el más transitado de los dos, era el de la vía de Abejorral pasando por Sonsón, Aguadas, Pácora, Salamina, Neira y Manizales hacía el Quindío.


Quizás entonces, antes de fundadas estas ciudades, el caminar de los primeros colonizadores Antioqueños marcaron lo que después vendría a ser la vía que atravesaría los territorios del Norte de Caldas para salir hacia el Sur.

Animada por el empuje colonizador o previendo las necesidades de las futuras caravanas, parece ser que alrededor de 1807 a 1808, Manuela Ocampo una mujer de Sonsón con dos hijos se asentó en un sitio que posiblemente estaba en donde hoy se encuentra la plaza de Bolívar de Aguadas y abrió una fonda alrededor de la cual sus hijos realizaron cultivos, convirtiendo la tierra en productiva.


Cabe anotar que antes de la apertura de la fonda, los vecinos de Arma Viejo habían organizado por este mismo sitio un campamento para sus excursiones de caza al que denominaban "La Aguada".Entre 1805 y 1810, posiblemente 1808; dato que se pierde en la historia, Don Narciso Estrada Castro y Don José Antonio Villegas Londoño se encuentran en "La Aguada" y nace de ellos la idea de fundar una ciudad.



AGUADAS 200 AÑOS - CRONICA 4

LAS MINAS DE ORO EN SUPIA Y MARMATO

Si bien es cierto que con el traslado de Arma a Rionegro muchas familias prefirieron las nuevas tierras a las "yermas y soledades" de Arma como en el caso de Don Diego José Leonín de Estrada padre de Don Narciso Estrada, a la postre fundador de Aguadas, quien otorgó testamento en Santiago de Arma de Rionegro el 4 de Enero de 1784, algunos de sus descendientes continuaron en la antigua población, en el caso de Don Narciso, posiblemente en un sitio que pudiera estar cercano a las minas de Supia y Marmato en donde tenía su propiedad.

Adquiridas por Don Joaquín de Castro y Guevara quien había sido Alférez Real de Popayán, las minas de Supia fueron laboradas por él y su familia hasta su muerte.
Dos hijos fueron la descendencia de Don Joaquín, el primero, Don Agustín de Castro quien se doctoró como Abogado en Bogotá y que no se dedicó al laboreo de las minas y la segunda, Doña Feliciana de Castro de Estrada quien vino luego a ser esposa de Don Diego Leonín de Estrada, padres ellos de Don Narciso Estrada y Castro, fundador de Aguadas.

Muerto Don Joaquín, heredó las minas doña Feliciana. Don Diego Leonín de Estrada era también propietario de minas en Marmato como se deduce de estos apartes de su testamento:

..."Item declaro por más bienes míos tres casas, la una en el sitio llamado Marmato, con sus rancherías en donde viven los negros esclavos y mantengo allí las herramientas con que éstos laborean las minas, la otra casa en el sitio de La Vega, y la otra en la Loma del Cauca, y además en este paraje tengo diez y ocho reses y cinco reses más en la Montaña, y dos mas en el sitio de Arma en poder de mi sobrino don Santiago Bernal..."

..."Item declaro que en las minas de Marmato del difunto mi suegro y que ha estado administrando el memoriado doctor mi hermano como albacea de ellas, yo he estado gobernando y haciendo gastos de mi peculio y sin haberme suministrado cosa alguna, digo a mis albaceas que cobren a la testamentaria de dicho mi suegro (aparte de lo que deba mi mujer en las minas), las cantidades que gana un director de minas, y así ordeno para que se ejecute..."

Después de la muerte de Doña Feliciana, heredó las minas Don Narciso pero, al no querer participar en las gestas de la Independencia le fueron confiscadas por el gobierno de la República, alejándose de Supia con sus esclavos y hombres de trabajo, asentándose primero en Arma Viejo para fundar luego la ciudad de Aguadas.Estos son pues razones del asentamiento de Don Narciso Estrada y Castro en Arma a principios de la Independencia.

AGUADAS 200 AÑOS - CRONICA 3

LA COLONIZACION ANTIOQUEÑA Y SU INFLUENCIA EN LA FUNDACION DE AGUADAS

Una de las principales causas de la decadencia surgida en las regiones conquistadas por los españoles en las tierras del Norte de Caldas y Antioquia fue la facilidad en la explotación del oro en los ríos y minas de montaña cercanas a sus villas lo que suscitó el olvido de actividades importantes como la Agricultura.

La decadencia de esta zona impulsó al gobernador Francisco Silvestre a pedir a la Real Audiencia un visitador siendo enviado Don Juan Antonio Mon y Velarde, decano de sus oidores quien llegó a Antioquia y gobernó la provincia del 9 de Mayo de 1785 al 11 de Octubre de 1788.

El desorden administrativo, la corrupción reinante, los constantes peculados en la hacienda acompañados de la desidia de los antiguos mineros que prácticamente deambulaban por las calles de las villas en una vagancia acompañada de la pobreza, situación común en estas poblaciones, generaron rápidos planes en favor de un desarrollo de las provincias antioqueñas.

Con Mon y Velarde comenzó la regeneración de Antioquia; su nuevo impulso a la minería, el fomento de la Agricultura y la creación del espíritu de inmigración dieron nacimiento a una nueva etapa que permitió progresar a la provincia y que generó la Colonización Antioqueña.

Fue así como algunos decretos de Mon y Velarde generaron la inmigración de los habitantes hacia otras tierras y a la consiguiente creación de nuevas ciudades.
Arma era en ese entonces considerada una estación intermedia de arrieros en el camino hacia Marmato y al Camino Real a Popayán en el Occidente.

En cumplimiento de su labor regeneradora, Mon y Velarde realizó visitas a muchos sitios dentro de la provincia, fue así como en 1788 llegó hasta Arma Viejo en donde encontró 77 familias viviendo allí, "muchas de ellas afligidas con la dermatosis llamada carate" y tanto económicamente como culturalmente, los pobladores estaban mas vinculados a las minas de Marmato y a Cartago que a Antioquia.

AGUADAS 200 AÑOS - CRONICA 2

SANTIAGO DE ARMA DE RIONEGRO

El 24 de Agosto de 1541, Jerónimo Luis Tejelo descubre el Valle del Aburrá, mas tarde, a mediados del mes de Septiembre del mismo año envía a Alvaro de Mendoza al mando de un pequeño grupo para que exploraran mas allá de la cordillera y descubren el valle que más tarde se llamaría de San Nicolás del Río Negro.

Don Juan Daza, oriundo de Segovia, había sido Regidor de Santiago de Cali y llegado de España como criado de Don Sancho García del Espinar, a la postre Gobernador de Popayán.

Por una merced de tierras hecha por Don Sancho a su criado, llegó Don Juan Daza desde Popayán al valle de San Nicolás de Rionegro en Octubre de 1581. Esta merced de tierras consistía en dos Estancias, una en el Valle del Aburrá y otra en las "Sabanas de Rionegro, en la parte y lugar que las quisieres señalar".

El 8 de Noviembre de 1581, don Juan Daza toma posesión de la Estancia en Rionegro y con testigos inicia la organización de la ciudad, fecha esta considerada como la de la fundación de Rionegro.

Lentamente, fueron erigiéndose las casas de la población y en sus fértiles tierras comenzó una pujante tarea de los habitantes por colonizarlas y ambicionando mas tarde poseer el título de Villa, el 15 de Marzo de 1732 otorgaron poder a Manuel de Aguirre y Francisco Pacheco para que ante la Audiencia de Santa Fe de Bogotá, solicitaran y obtuvieran este titulo y su consiguiente Escudo de armas.

Según las leyes vigentes, los Virreyes y las Reales Audiencias estaban impedidos para otorgar títulos de nuevas ciudades y villas razón por la cual dicha petición fue negada.
Pero estos entes si podían autorizar el traslado de ciudades en decadencia a otros sitios mas prósperos.

Bajo esta razón legal, los habitantes encontraron la posibilidad de solucionar su ambición, iniciándose el litigio probatorio de la decadencia de Arma y la prueba del progreso floreciente de Rionegro.

Era indiscutible en la época la decadente situación de Arma. Los españoles encomenderos, fueron aniquilando la mano de obra para las minas de fácil laboreo en los ríos y en algunas vertientes de las montañas. Los indios escapaban y ni con organizadas jaurías de perros podían ser obligados al trabajo, las minas cercanas a la población fueron escaseando viéndose la necesidad de buscarlas en sitios mas apartados en donde la provisión de víveres era mas costosa creándose una paradoja: las minas no producían por falta de esclavos y se carecían de esclavos porque las minas, incipientemente laboradas por sus dueños, no daban para comprarlos.

Según el informe del gobernador Don Cayetano Buelta Lorenzana al entrar a gobernar la Provincia de Antioquia, "De Arma sólo quedaba el nombre".

El 11 de Abril de 1783, el Arzobispo Virrey Antonio Caballero y Góngora dicta el decreto que ordena el traslado de la ciudad de Arma, "por cuanto carecía de las condiciones indispensables para la vida económica, a San Nicolás de Rionegro, rico en minas, copioso en frutos, de saludable temperamento y con un vecindario de mas de 9.000 almas", orden ejecutada por el Gobernador Francisco Silvestre Sánchez, recibiendo todas las prerrogativas de Arma, su rango, su Título y su Escudo de armas el día 24 de Julio de 1783 y denominándose entonces SANTIAGO DE ARMA DE RIONEGRO.

Para los vecinos que quedaban en Arma, contrarios a la orden dictada, comenzó un nuevo litigio esta vez por la posesión de la imágenes religiosas como las de Santiago Apóstol y de Nuestra Señora de la Concepción del Rosario, donadas a la ciudad por el Rey Felipe II y que por fin, fueron trasladados a Rionegro después de muchos reclamos y contrareclamos en favor de su posesión.

Así, la Villa de Santiago de Arma, fue desposeída de sus títulos y prerrogativas que pasaron a Rionegro, víctimas de los desastres de la naturaleza y de la violenta persecución de los encomenderos españoles a los naturales que acabaron con una villa en una tierra de grandes riquezas.

A pesar de todo, Arma no murió, algunos de sus primitivos pobladores españoles continuaron en estas tierras al punto de que de allí, salió años después un grupo que fundó la ciudad de Pácora y como vecino de Arma, don Narciso Estrada concibió la idea de fundar a Aguadas. Con el nombre de Armaviejo o San José de Arma, a principios de 1800, pertenecía a Río Negro que también tenía bajo su jurisdicción los Sitios de Sabaletas, Concepción, Guarne, Santo Domingo, San Vicente y Sonsón. Mas tarde perteneció a las Provincias de Sonsón y Salamina y después de creado el Departamento de Caldas en 1905, se erige hasta hoy como un pujante y rico Corregimiento de Aguadas.

Hoy, mas de 450 años después de su fundación, con su clima templado Arma es hoy un próspero Corregimiento de Aguadas en el que se encuentran grandes haciendas que permiten por medio de la Agricultura y la Ganadería ser una gran fuente de ingresos para todo el Municipio.

sábado, 17 de marzo de 2007

AGUADAS 200 AÑOS - CRONICA 1

LA VILLA DE SANTIAGO DE ARMA

Entre Marzo y Abril del año de 1540, el Capitán Jorge Robledo al mando de tropas Españolas tuvo el primer encuentro con los indios Armados habitantes de la zona que hoy comprenden los Municipios de Aguadas y Pácora.
Presentándose primero al combate con atavíos de oro que luego cambiaron por armas y una actitud belicosa, fueron llamados por los Españoles desde ese momento como "armados".

La violencia y la crueldad contra los indígenas por parte de los Españoles en la búsqueda de apaciguarlos, fue la nota predominante durante este primer encuentro con las tropas ibéricas.

Desde allí, Robledo envió misiones a las tierras del Norte y del Noroeste de las cuales los indios daban noticias de grandes riquezas en oro.

Terminado este ciclo, Robledo y las tropas españolas iniciaron su viaje hacia tierras del Sur buscando la conquista de los indios Quimbayas.

Estando Robledo en esta provincia, llegó Pedro de Ayala con los poderes y nuevas provisiones reales de Belálcazar para que Robledo tuviera información de ellas y las aprobara, acto que realizó el 20 de Febrero de 1541. En dichas provisiones no estaban comprendidas las tierras de Arma ni las provincias descubiertas recientemente por él.
En Abril de 1541, después de la confirmación recibida de Belálcazar para continuar con su viaje expedicionario, Robledo retornó a las tierras de Arma, descubiertas en 1540 y en espera de refuerzos de tropas y provisiones, estuvo en Arma con no poca resistencia de los aborígenes hasta el 22 de Junio de 1541 fecha en que agotada la espera y viendo que sus pedidos no habían sido oídos, decidió dejar esta zona.

En estas tierras, Robledo empezó a sentir sus deseos independentistas contra la voluntad de Belálcazar.

Los constantes cambios de Gobernadores y los grandes alcances de Belálcazar, instigaron a Robledo a rebelarse contra la autoridad del Adelantado Sebástian de Belálcazar.

Exploradas las tierras, los españoles encontraron grandes riquezas principalmente en lo concerniente a oro.

Las tierras de Arma venían a pertenecer a la Provincia de Cartago, a donde los indios avasallados deberían ir a pagar los tributos a los españoles. Las dificultades para sojuzgarlos y la necesidad de un asentamiento español organizado para la explotación de las riquezas originaron la creación de una nueva villa en esta zona.

Conocedor Belálcazar de los deseos independentistas de Robledo, llegó hasta las tierras de Arma en su persecución, conociendo de primera mano las grandes riquezas de estas tierras y previendo la necesidad de una villa como centro de las actividades en las tierras recién descubiertas, ordenó al capitán Miguel Muñoz la fundación de una Villa Española el 25 de Julio de 1542, erigiéndose la Villa de Santiago de Arma y puesta bajo la jurisdicción de Cartago y Anserma.

Así, no sólo el río que atraviesa esta zona sino también toda la provincia y la consiguiente villa que fue fundada por los Españoles, comenzó a denominarse ARMA.

Esta primera fundación, analizados los aspectos geográficos y las crónicas sobre las vicisitudes por las que tuvieron que pasar los Españoles cruzando escarpadas montañas y hondos cañones hasta llegar a una planicie fértil más los datos de algunos investigadores nos indican quizás que la primera fundación de Arma pudo haberse realizado en la zona de confluencia de los ríos Arma y Cauca, parajes denominados hoy como los Planes de El Oro.

La resistencia de los indios obligó a los españoles a trasladar a Arma varias veces.
El primer traslado de que se tiene documentación ocurrió en 1545 hacia las orillas del Río Cauca, encomendada al capitán Antonio Pimentel de Prado en ese entonces vecino de Arma.

Su gran producción de oro, le permitió que el Rey Felipe II por Cédula Real del 30 de Octubre de 1584 la erigiera en Villa y le concediera su Escudo de Armas.

A finales del siglo XVI, agotada la producción aurífera sobre todo de aluvión en las fuentes de los ríos Arma y Cauca, acompañada además por los continuos deslizamientos y el consiguiente desplome de la Iglesia que derribó en su caída numerosas casas vecinas mas las continuas luchas con los indios que se negaban al yugo español, la población quedó prácticamente aislada y olvidada iniciándose la nueva cruzada de traslado hacia las tierras del Valle de San Nicolás del Río Negro localizado al Nororiente de la Provincia. Es importante aclarar que a pesar de las contingencias presentadas y de su traslado a lo que hoy es Rionegro en Antioquia, un asentamiento continuó en esta zona al punto de conocerse algunas crónicas de su existencia en dos sitios: El primero, cercano a donde hoy se encuentra la vereda de Pito en Aguadas y en la finca Naranjal, cercana a donde hoy se erige el Corregimiento de Arma. Además en 1812 en la firma del memorial de intención de fundación de Aguadas, aparece como sitio de San José de Arma el paraje que hoy se denomina Caciquillo a pocos kilómetros de donde se asienta hoy la población, en la carretera que lleva a Aguadas.

jueves, 8 de febrero de 2007

NOSTALGIAS DEL PASADO

Con el debido respeto, compadezco a aquellos que no vivieron su infancia en un viejo pueblo, al amparo de sus amplias calles llenas de boñiga que bueyes, caballos y mulas dejaban a su paso y bajo el bucólico trasegar de sus gentes.

Hoy, cuando nuestros hijos, pegados al televisor o ensimismados por juegos electrónicos y mecánicos, yacen abúlicos en su cuarto hogareño, llegan a mi los recuerdos de tantos juegos inventados y de la creatividad pueblerina que nos permitía apropiarnos de los más curiosos implementos de diversión en nuestra infancia.

Y que decir del paisaje y los sonidos.

Vibrantes colores de amaneceres y tenues luces del crepúsculo, trinar de pájaros y algarabías de insectos sólo silenciados ante el sonoro repique de religiosas campanas.
Campo, brisa fresca, aroma de cielo, dulces y sencillos momentos, olvidados quizás en un rincón de nuestra mente ante el impetuoso paso del progreso.

Es por eso que con las notas en este BLOG, más que presentar un dechado de profunda literatura, quiero hacer un homenaje sencillo a la tierra de mis mayores, a mi tierra, enclavada en la montaña caldense y empapada a diario por la bruma mañanera, a algunos de sus ilustres hombres y mujeres, a su cultura, a sus raíces de arrieros, sombreros y machetes, a su ancestro de maíz y de alma noble y fuerte.